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Columna
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La encuesta

Ya se conoce. Lo que se venía hablando desde hace semanas y se decía en algunos círculos políticos ha salido a la luz. El Instituto Andaluz de Estudios Sociales Avanzados (IESA) dice que de celebrarse ahora las elecciones autonómicas, el PP con el 46,8% de votos ganaría en Andalucía. Roza la mayoría absoluta. En menos de un año se ha pasado del empate técnico a este desastre para el PSOE que nos avanza el IESA. Una de las causas que han determinado este vuelco electoral, destaca el director de este instituto, es la crisis económica. Y es, desde luego, una de las razones más relevantes para este cambio de orientación que da la encuesta.

Sin embargo, ni todo es economía ni las respuestas económicas del Gobierno de la nación pueden verse aisladamente. Nos movemos en Andalucía que, histórica y tradicionalmente, es de centro izquierda, como lo han venido reflejando los resultados de las distintas elecciones en los últimos 30 años y se afirma en la encuesta. Pasar, pues, de un empate técnico hace un año a una diferencia como la que se destaca tiene que responder a causas económicas pero también a errores internos. No se debe ignorar -según la misma encuesta- que al PP se le sigue viendo cono un partido de derechas y que Andalucía mayoritariamente es de centro izquierda. Y lo que es peor para el PSOE: que el PP -que hace un año no era fiable para gobernar- supera en unas décimas al PSOE en su capacidad de gobierno. Pero, en fin, tiempo tendremos para leer y escuchar opiniones de los analistas y, al final, si se cumplen o no los pronósticos.

Mientras tanto, a la vista de las declaraciones de unos grupos políticos y otros (léase PSOE, PP e IU) tras esta encuesta, no parece que sea la preocupación de los ciudadanos lo que intranquilice a los políticos. El PSOE considera que los resultados son "un efecto arrastre" de las políticas económicas de Zapatero; el PP, que se ha ganado la confianza de los ciudadanos y que "el PSOE está en caída libre"; e IU, al igual que el PP en este punto, que los datos están cocinados y la diferencia es aún mayor. Todos se miran su ombligo. Todos se justifican. Todos responsabilizan al Gobierno de la nación. Unos, como el PSOE andaluz, ignorando que su Gobierno también es el PSOE y que cuando gobernó Aznar en España ganó en Andalucía con el mismo PP de ahora. Lo único que manifiesta el PP es su triunfalismo sin aportar nada e IU lo de siempre. Total que, como en el cuento de Blancanieves, todos se miran en el espejo y solo ven lo que quieren ver, pero lo que refleja el espejo es que hoy por hoy el más guapo, para la mayoría de los ciudadanos andaluces, es Javier Arenas; debe ser que los años le han sentado bien.

En cualquier caso estos comportamientos son algo pueriles. Las encuestas, amén de servir para gustarse más o menos, también expresan las razones de la preocupación de los ciudadanos. Y lo que expresan los ciudadanos es que no confían en la forma que se están gestionando sus intereses. De ahí que lo que más me preocupe es que no se aborden estas encuestas como un instrumento para saber qué ocurre, limitándose a mirarlas en función de sus intereses. Es indudable que tienen un interés electoralista pero entiendo que los políticos deberían tomarlas como palancas para mejorar la vida de los ciudadanos y para resolver sus problemas, como lo son el empleo, la salud, la educación o las expectativas de futuro. Y lo que ocurre, en cambio, es que solo les preocupa cómo les puede ir -electoralmente hablando- a ellos mismos. Y poco va a cambiar esta tendencia si el PSOE no cambia. Una forma de hacerlo sería mirando a la hoy oposición. En las dos últimas elecciones el PP perdió a nivel nacional y nunca supo rectificar ni reconocer sus errores. También ocurrió en Andalucía puesto que jamás ganó el PP y nunca rectificó. Hoy puede ganar. Si gana no lo hará por méritos propios sino que será un regalo que le está haciendo el PSOE porque no sabe comunicar con los ciudadanos, que son los que votan. Lo demás es seguir engañándose y viendo en un espejo una imagen que no es la que refleja.

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