Rubalcaba recalca que no ha cambiado la política anti-ETA

El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el Gobierno no ha cambiado su política antiterrorista y, con ella, su política penitenciaria. Tras el Consejo de Ministros,de esta manera tajante, Rubalcaba salió al paso de los rumores de que el Gobierno está flexibilizando su política penitenciaria ante el próximo anuncio por parte de ETA de un alto el fuego permanente y verificable.

La absolución judicial, esta semana, de Arnaldo Otegi, juzgado por supuesto enaltecimiento del terrorismo, unido a la aplicación ayer de beneficios penitenciarios a tres presos etarras -José García Corporales; Joseba Martín Carmona y José Manuel Fernández Pérez de Nanclares- han abundado en las sospechas. Rubalcaba salió al paso así para negar cualquier cambio en la política antiterrorista.

Por si había quien vinculaba estos hechos judiciales y penitenciarios con un comunicado inminente de ETA, el vicepresidente aclaró: "Eso de las treguas ya no vale".

El ministro del Interior decidió hace dos años volver a utilizar la política penitenciaria como instrumento de la estrategia antiterrorista con el objetivo de romper la unidad del colectivo de presos de ETA en las cárceles. Empezó por concentrar en las prisiones de Nanclares de Oca (Álava); Villabona (Asturias) y Zuera (Aragón) a los presos de ETA que se habían desmarcado de la banda o habían roto con ella.

Asimismo, Instituciones Penitenciarias empezó a conceder beneficios penitenciarios, e incluso permisos de salida a presos que habían declarado explícitamente su desvinculación con ETA y habían pedido perdón por el daño causado.

Esta política tocó techo la pasada primavera con las expectativas creadas entre los presos por la propuesta de la izquierda abertzale de avanzar hacia un final por la vía del cese de la violencia de ETA. En ese momento, algunos de los etarras encarcelados que eran propensos a romper con ETA decidieron esperar al desarrollo de los acontecimientos.

En estos momentos, la mayoría de los presos de ETA se alinea con esta posición, la de esperar a ver cómo se desarrolla el nuevo proceso que confían que abra la izquierda abertzale tras el nuevo comunicado de la banda terrorista. Una minoría, sobre todo entre los presos más jóvenes, defiende la continuidad del terrorismo; y otra minoría, algunas decenas, han roto definitivamente con ETA.

Rubalcaba mantiene la vía de la aplicación de beneficios penitenciarios a los presos que se han desvinculado de ETA. Desde el verano hasta ahora, al menos 25 ex etarras han sido acercados a cárceles del País Vasco.

El vicepresidente informa puntualmente de estos movimientos al PP, en cumplimiento del pacto antiterrorista de 2000, a través del dirigente de este partido, Federico Trillo.