Cantera local, cantera global

Pep Guardiola ha hecho jugar a 22 futbolistas de la cantera esta temporada. Diez son del primer equipo y el resto del filial. El Espanyol, que no disputó la Supercopa ni juega la Champions, ha hecho participar a 14 canteranos (ocho y seis). Unos números sensacionales, a la altura de los de la Real Sociedad y el Athletic. Pero hay un dato curioso que define a los dos equipos, sobre todo a los canteranos catalanes -10 azulgrana por siete blanquiazules- de los últimos años. Mientras todos los del Espanyol (Dídac, Víctor Ruiz, Amat, Márquez, David López, Raúl Rodríguez y Álvaro) son de la provincia de Barcelona -"es una casualidad", dicen en la secretaría técnica-, los del Barça se reparten entre la capital (Busquets, Miño, Vázquez, Soriano y Sergi Gómez), Girona (Fontàs, Sergi Roberto y Muniesa) y Tarragona (Bartra y Romeu). "Algo circunstancial", explica Andoni Zubizarreta, director deportivo azulgrana. Así, los del Espanyol presumen de barrios y los del Barça se burlan, sin malicia, de los pueblos de los otros.

La diferencia geográfica, en cualquier caso, podría incrementarse en los próximos años: el Espanyol ha recortado su área de mercado a un radio de 50 kilómetros. "Desde la categoría de cadetes para abajo, Barcelona y su zona de influencia es más que suficiente", reseña el director deportivo blanquiazul, Ramon Planes, "aunque siempre hay casos excepcionales, como Messi o Iniesta en el Barça o Baena y Molina en el Espanyol". No es extraño, entonces, que en el vestuario blanquiazul -solo Chica, Dídac, David García y Coro hablan con frecuencia catalán-, presumir de barrio o ciudad colindante esté a la orden del día. Chica ensalza a Sant Andreu, Márquez y Álvaro piropean a Badalona, Dídac elogia Mataró, Víctor Ruiz a Esplugues de Llobregat...

El Barça, sin embargo, se extiende por toda Cataluña porque tiene ojeadores en cada comarca. "Nuestro ámbito de referencia es el más cercano y próximo. Aunque nuestra dimensión es global. Y, desde ese punto de vista, buscaremos lo mejor. Pero está claro que tiene que ser muy bueno para que no sea local", analiza Zubizarreta, que remata: "Lo importante es que los jugadores estén en un entorno estable, que se sientan como en casa". Así, en el vestuario del filial del Barça hay otras bromas. A Muniesa le señalan que Lloret de Mar es de guiris, con Fontàs se chotean del lago de Banyoles, a Bartra le dicen que nadie conoce Sant Jaume del Domenys, a Romeu le remarcan que Ulldecona está tan lejos que ni se ve...

Hoy participarán varios de estos jugadores en el derbi y más lo harán en un futuro cercano. Las canteras del Espanyol y el Barça tiran por vías distintas. Pero hasta la fecha funcionan de maravilla.