_
_
_
_

La Generalitat defiende que el concurso eólico se adjudicó sin "ningún margen de subjetividad"

Lluís Pellicer

Ni oscurantismo ni opacidad. Ante las quejas de las eléctricas por el resultado del concurso eólico, algunas en público y otras formuladas en privado, la Dirección General de Energía y Minas de la Generalitat se ha defendido esta semana de forma tajante: "No se ha puntuado nada que no estuviera en la orden del concurso". El Ejecutivo catalán, ahora en funciones, invita a las compañías a que usen todos los canales legales que tienen a su disposición, el primero de los cuales es el recurso de alzada que pueden presentar hasta el día 27 de este mes. Aun así, dada la distancia de los ganadores, las posibilidades de que haya un vuelco en el resultado del mapa eólico son remotas.

El concurso de las ocho zonas eólicas, que traza el mapa energético para los próximos cinco años, se saldó con un claro ganador, la alianza de Gas Natural y Alstom, que se hizo con 456 megavatios de los 769 en juego. La semana pasada, Iberdrola, la primera eléctrica española, anunció su recurso de alzada y denunció irregularidades jurídicas y formales en el concurso.

Las inversiones de las compañías en el territorio supondrán 1.222 empleos
Más información
El TSJC suspende temporalmente el mapa eólico catalán

"La orden dejaba poco margen a la subjetividad", ataja el director general de Energía, Agustí Maure. La decisión de la adjudicación se tomó después de pedir informes jurídicos, económicos y técnicos en el seno de ocho comisiones. Cada una de estas estaba formada por dos representantes de Energía, dos de Política Territorial, dos de Medio Ambiente y dos de los consejos comarcales. El 70% de los miembros de estos últimos eran, además, de CiU.

Las comisiones dictaban su propuesta al director general, que la convertía en resolución automáticamente. Todas las resoluciones de las comisiones se adoptaron por unanimidad, salvo en el caso de la zona de Tivissa-Vandellòs, donde hubo un voto particular. Tras la resolución, llegaron las alegaciones, que se valoraron y cambiaron las puntuaciones del concurso, pero sin llegar a modificar las adjudicaciones.

La zona más disputada es la del Empordà, donde ganó Gas Natural y le siguió Iberdrola. Entre otras cosas, fuentes del Ejecutivo explican que la diferencia de las compensaciones fueron determinantes. Gas Natural ofrecía a los propietarios del suelo 5.000 euros por megavatio instalado; a los ayuntamientos afectados, el 3% de la facturación anual, y a los municipios vecinos, el 0,5%. Iberdrola daba una media de 3.750 euros por megavatio a cada propietario, 4.000 euros por megavatio a los municipios y nada a los vecinos.

Las cuatro alianzas que levantarán molinos de viento en las ocho zonas eólicas invertirán 1.263 millones de euros, de los cuales 273 millones corresponden a las inversiones complementarias, que van desde convenios con la Generalitat hasta centros de I+D+i en el territorio o plantas energéticas. Estas inversiones que acompañan a los proyectos crearán, además, 1.222 empleos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_