El futuro de la vieja loba del Zoo

El zoo recibirá mañana cinco lobas de una misma camada y el futuro de la única loba que vive en las instalaciones es una incógnita. El grupo animalista Libera! asegura que los clanes de lobos difícilmente aceptan ejemplares de otra familia, especialmente si son hembras, y teme que el zoo sopese sacrificarla para despejar la llegada de los nuevos cánidos. "Tenemos la sospecha de que puedan tomar ese camino", avisó Alejandra García, portavoz de Libera!, que aseguró que si bien los lobos machos son animales solitarios y huidizos, las hembras tienden a acercarse, con riesgo para ellas, a otros clanes.

Un portavoz del zoo afirmó ayer por la mañana, sin embargo, que la loba actual es "mayor y vieja", pero no van a aplicarle ninguna inyección letal. "Eso sería muy raro. Los cuidadores ya saben los problemas de convivencia que podría haber y la van a trasladar a otro lugar", explicó el portavoz, que aclaró que están adecuando un espacio para las cinco lobas y otro para la actual. Otras fuentes próximas al Zoo niegan este último extremo.

Ignasi Cardelús, presidente del zoo y delegado de la presidencia del alcalde Jordi Hereu, informará el próximo viernes de la llegada de los cinco nuevas lobas, que proceden del Zoo de Montpellier. Curiosamente, la instalación barcelonesa dirige el Programa de Conservación de Lobos para toda Europa por decisión de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) para proteger una especie en situación de vulnerabilidad. Libera! denunció que el Zoo no reúne condiciones para que la loba viva de forma digna y mucho menos para que lo haga un clan.

La ley de conservación de la fauna silvestre en los zoológicos estipula que sacrificar un animal de forma intencionada en un zoo o eliminar sus restos sin causa justificada comporta multas que oscilan entre los 60.000 y los 300.000 euros y el cierre temporal o definitivo de las instalaciones.