La sacarina de la esperanza
La justicia inicia la digitalización de los sumarios, aunque las vistas se señalen para dentro de tres años
"El optimismo es la sacarina de la esperanza". El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, Carlos Dívar, nos regalaba esa críptica frase en una reciente entrevista radiofónica. No queda muy claro si sacarina debe entenderse como concepto negativo por ser un edulcorante sucedáneo del azúcar, y por tanto no es algo auténtico, o si, por el contrario, al ser un alimento ligero, que endulza, pero no engorda, debe ser percibido como un término positivo. Ambas interpretaciones son válidas, aunque probablemente deba contemplarse sin más como una alternativa.
En todo caso, la frase me ha recordado el ingente trabajo realizado en la Audiencia Nacional, donde en solo dos meses un equipo de 100 personas, de las que la mitad son abogados con experiencia en trámites procesales, trabajando día y noche en turnos de ocho horas, ha digitalizado más de cuatro millones de páginas de los sumarios en curso.
El esfuerzo se mantendrá al menos tres meses más para que, tras completar los diez millones de folios que se calcula que pueden alcanzar la totalidad de los casos en tramitación, en marzo, la Audiencia se convierta en el primer tribunal español sin papel, que según los expertos es la principal causa de los retrasos en la justicia. Quizá le parezca una menudencia, pero la Audiencia consume 27 millones de folios al año, que suponen un gasto de 180.000 euros. ¿A que no está mal?
La digitalización sigue un proceso sistemático de escaneado, catalogación y control de calidad, de tal forma que cualquier documento del sumario pueda ser localizado en cuestión de segundos.
El expediente digital se irá implantando progresivamente en todos los juzgados y tribunales de España y constituye uno de los elementos fundamentales del Plan Estratégico de Modernización del Sistema de Justicia 2009-2012, junto con la Nueva Oficina Judicial y las notificaciones telemáticas de las resoluciones por medio del sistema Lexnet. La Audiencia Nacional realiza ya un millón de notificaciones semanales por ese procedimiento. La combinación de todos estos factores se supone que convertirá una justicia lenta y anquilosada, con reminiscencias del siglo XIX, en otra ágil y dinámica, propia de este milenio. Del 600 al Ferrari. Una buena noticia para los ciudadanos.
Otra buena noticia, pero para los jueces, es que para "contribuir a esa modernización", el Consejo General del Poder Judicial va a dotar a los magistrados de "los medios tecnológicos más avanzados" para facilitar su trabajo.
Así, entre el 1 de diciembre y el 21 de enero, el Centro de Documentación Judicial (Cendoj) va a enviar a los 4.500 jueces españoles "un módem de conexión tipo USB, que garantizará de forma gratuita el acceso a todos los recursos que existen actualmente en Internet". Con ello se pretende facilitar el acceso y la utilización de los contenidos de la web del Poder Judicial, que incluyen jurisprudencia y legislación, para que, además de en los juzgados, los magistrados puedan trabajar cómodamente en sus casas.
Seguro que algún malpensado creerá que esta iniciativa saldrá de los impuestos de todos los españoles como suele ser habitual, pero no, o no exactamente, porque en la carta en la que se anuncia el envío de los módem con conexión gratis total se explica claramente: "Esta mejora ha sido posible gracias a la drástica reducción de otras partidas de gastos, como las que tradicionalmente estaban destinadas a la edición de publicaciones en papel y su posterior distribución a toda la carrera judicial".
Esperemos que todas estas mejoras incidan directamente en la agilización de los trámites y en la rapidez de los procesos, porque los usuarios están hasta el moño de que vistas de recursos contencioso-administrativos, incluso por el procedimiento abreviado, por ejemplo, de multas de tráfico, estén siendo señaladas para finales de 2014 y no solo en Madrid. En un juzgado civil de Benidorm en el que el demandado no compareció y no contestó a la demanda, han convocado a las partes para una posible conciliación, para fijar el objeto del proceso y para proponer prueba para el 18 de febrero de 2013. Una desesperación.
De modo que, si se trata de endulzar la esperanza, quizá no haya tanta diferencia entre la sacarina y el azúcar. Pero cuidado, no pensemos que estamos tomando café y nos hayan puesto achicoria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.