La capital pierde 140 millones por el plante de los controladores

"La huelga salvaje de los controladores ha hecho mucho daño y ha tocado uno de los pilares de la economía de nuestra ciudad, que es el turismo". El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, mostró ayer su descontento por el perjuicio económico que ha supuesto para varios sectores de la capital la paralización durante dos días del aeropuerto de Barajas. Gallardón, visiblemente molesto, ejerció ayer de portavoz del sector comercial y hotelero, del aeropuerto y de los madrileños y aventuró que las pérdidas pueden superar los 140 millones de euros.

El alcalde se refirió en primer lugar al aeropuerto de Barajas, "cuyo impacto en la economía de la ciudad es difícilmente comparable a cualquier otro aeropuerto del mundo", porque aporta un 11% al PIB de la capital que se cifra en 128.200 millones. Según los datos a los que se refirió, Barajas ha perdido tras "dos días de práctica paralización", 77,8 millones de euros.

Los hoteleros, que el viernes ya habían puesto el grito en el cielo al ver amenazado uno de los puentes con mayor afluencia del año, elevan sus pérdidas a 8,3 millones de euros; 17,4 si cuentan el impacto económico que ha supuesto también para otros sectores relacionados como las agencias de viajes o el transporte. El presidente de las Asociación Empresarial Hotelera, Jesús Gatell, calcula que el nivel de ocupación del 80% que se esperaba cayó hasta el 60% en el caso de los hoteles más periféricos.

La actividad comercial -más de un 19% del PIB de la capital- ha superado el desplome del sector hotelero, según los datos que el alcalde atribuyó al presidente de la Confederación de Comercio de Madrid, Hilario Alfaro. En el fin de semana que el alcalde calificó como el de mayor actividad comercial (superando incluso al de Reyes), las ventas en la zona centro y el barrio de Salamanca cayeron entre un 30% y un 40%, respecto al mismo sábado del año anterior, según Alfaro. Esto supone 13,6 millones menos.

El alcalde también se atrevió a cifrar las pérdidas de los madrileños que no pudieron viajar, aunque no ofreció la fuente. Según Gallardón 40.000 ciudadanos se quedaron en tierra lo que les habría supuesto perder además de sus vacaciones, 32 millones.

Por otro lado, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha comparado las "bajas masivas" de los controladores con la "huelga salvaje" de los trabajadores de Metro del pasado verano y ha insistido en que hay que desarrollar una ley que regule el derecho de huelga para que se deje de "tomar como rehenes a los ciudadanos".