Falta discurso ideológico
La clase política ha perdido el discurso ideológico. No se discuten ideas, sino estrategias mezquinas destinadas más a desprestigiar al adversario que a contraponer programas, y todo ello con una constante alusión al sistema judicial. Y digo sistema, y no poder, porque es la dinámica judicial la que se intenta utilizar por esa clase política como pareja de baile con fines ajenos a la propia administración de la justicia. Han pretendido privarla de esa independencia que hace que el ciudadano se sienta protegido. Se ha judicializado la vida política y, cómo no, se ha politizado el poder judicial. No sé quién empezó antes.
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