"Alemania y Francia no ayudan a la estabilidad del euro"
Los Espírito Santo son la única dinastía de banqueros que ha recorrido sin interrupciones la historia de la economía portuguesa desde finales del siglo XIX. José María Espírito Santo e Silva fundó el banco en 1869 a partir de una casa de apuestas y cambios. Desde sus orígenes, la familia ha cultivado las relaciones con el poder, sin importar el signo del Gobierno de turno. Por ello, se dice en Portugal que el Banco Espírito Santo (BES) es el banco de todos los regímenes. "Los banqueros tenemos que hablar con todos los Gobiernos, pero no somos políticos ni nos metemos en política", replica Ricardo Espírito Santo Salgado, de 66 años, bisnieto del fundador y presidente del BES. Se trata del tercer banco de Portugal, el segundo privado y el primero en capitalización bursátil, con una cuota de mercado del 21% y más de dos millones de clientes, un total de activos de 100.000 millones de euros y un volumen de negocios que equivale al 1,4% del PIB portugués.
"La refinanciación del BCE a Portugal es muy inferior a la de Irlanda y Grecia"
"Una intervención de Portugal no calmaría los mercados. Y luego vendría España"
"Nuestros bancos son solventes y han pasado los exámenes a que se sometieron"
"No es posible seguir con la falta de armonización fiscal que hay en Europa"
Ricardo Salgado es, pues, uno de los portugueses más influyentes, que se sienta representando al banco en los consejos de empresas tan potentes como Portugal Telecom y EDP. Desde su punto de vista, la situación de la banca portuguesa es mucho más saludable que la irlandesa, a pesar de que los bancos lusos "han sido muy penalizados en Bolsa desde diciembre de 2006 hasta un 67% negativo en junio pasado".
Pregunta. La gran dependencia de los bancos portugueses del Banco Central Europeo (BCE), ¿les hace vulnerables?
Respuesta. Las líneas de los mercados de capitales internacionales para países como Portugal se cerraron. Globalmente, para obtener crédito tenemos que recurrir al BCE, pero las operaciones de refinanciación del BCE a Portugal son muy inferiores a las que implican a Irlanda y Grecia. Hasta octubre Irlanda había utilizado 130.000 millones de euros (82% del PIB), Grecia, 96.000 millones (40%), España, 68.000 millones (6%), mientras que Portugal está con 36.000 millones de euros (24%).
P. El Gobierno portugués se ha comprometido a rebajar el déficit público del 7,3% al 4,6% del PIB a finales de 2011. Pero tanto en Bruselas como en Fráncfort hay serias dudas.
R. Es posible lograr este objetivo, pero sería mejor que nos dieran más tiempo. Creo que la Unión Europea (UE) está considerando ampliar el plazo para reducir los déficits, y llegar a 2013 con un porcentaje por debajo del 3% del PIB. Nuestro gran desafío es crecer. Y para ello hay que relanzar nuestras economías, sobretodo en la actividad internacional.
P. Pero eso requiere tiempo, y los mercados no parecen tener mucha paciencia.
R. Los mercados no dan este tiempo y están en una postura complicada en relación con el euro. ¿Qué hemos visto hasta ahora? Grecia e Irlanda han sido intervenidas, y la inestabilidad de los mercados continúa. ¿Portugal? Vamos a ver. Todavía no hay certidumbre de cuándo y cómo será la intervención. Pero si hubiera por parte de la UE y del FMI, ¿se calmarían los mercados? No creo. Y después vendría España. No es sólo un problema de los países periféricos más debilitados. Es un problema de credibilidad de la UE y del euro. Por esta razón, los políticos tienen que hablar de una manera más consistente y no crear más inestabilidad en los mercados. La postura de algunos países de Europa central no ayuda a la estabilidad del euro.
P. ¿Alemania, sobre todo?
R. No doy nombres. Pero no es solo Alemania, también Francia. Es fundamental que los políticos europeos de los países más fuertes tengan una expresión coherente y consistente en defensa del euro. El problema ya sobrepasó a los países periféricos y los mercados apuntan al euro. No es posible una falta de armonización fiscal como la que existe en Europa.
P. ¿La eurozona está en peligro?
R. No creo. Sería un grave error acabar con el euro. Para ser más competitivos globalmente, necesitamos una moneda europea. Y hay que tener en cuenta que el euro es la segunda moneda de reserva a nivel mundial. Por tanto, debemos tener una gran coordinación entre los países para defender esa moneda.
P. ¿La especulación explica la actitud de los mercados?
R. Hay especulación y, sobre todo, el descontrol del llamado naked short selling, ventas en corto descubiertas, que consiste en tratar de beneficiarse de la caída esperada del precio de un activo, mediante la venta de acciones que no se tienen, sin endeudarse, o haciendo los arreglos para pedir prestado. Cuando la crisis de 2007, los mercados masacraron las acciones y los Gobiernos dijeron que controlarían las ventas al descubierto y no lo hicieron. No es solo especulación. Hay que asumir los compromisos en relación con la UE, la unión monetaria y el euro.
P. Algunos empresarios sostienen que las medidas de recorte de salarios de los empleados públicos no son suficientes.
R. El problema es que la economía del Estado es muy pesada en relación con el PIB, está por encima del 40%. El Gobierno tiene voluntad de rebajar este peso, cerrando varias empresas estatales, que tienen un peso enorme y son claramente deficitarias.
P. ¿Se puede concluir que Portugal tendrá que recurrir a la ayuda de la UE o del FMI?
R. Si una intervención del FMI sirviera para estabilizar la situación de Portugal, tal vez podría estar de acuerdo. Hasta ahora los rescates de Grecia e Irlanda no han mejorado la situación en Europa. Para Portugal puede tener sentido. No soy dogmático contra una intervención. Pero no hay que olvidar que nosotros no hemos tenido los problemas bancarios de Irlanda. Nuestros bancos son solventes y todos pasaron los exámenes a que fueron sometidos. El déficit público está en la media europea. Desde la aprobación de los presupuestos vamos en el buen camino. Pero los mercados parecen ser insaciables.
P. Con las privatizaciones que comenzaron a finales de la década de los ochenta, el Estado obtuvo cerca de 40.000 millones de euros a precios de 2010. Al mismo tiempo, la deuda pública aumentó de manera imparable. ¿Qué explicación tiene este fenómeno?
R. El Estado hizo muchas inversiones en Portugal, tuvo déficits significativos, que fueron absorbiendo los ingresos de las privatizaciones. Hay que reconocer que el gasto contribuyó a la modernización del país. Tenemos una red de autopistas increíble.
P. ¿Qué opina de las grandes obras públicas como el AVE, que tanta controversia generan?
R. Siempre he defendido que el AVE entre Lisboa y Madrid, y el nuevo aeropuerto de Lisboa son estratégicos, porque la integración de la península ibérica es cada día mayor. Aumentan las importaciones y exportaciones entre España y Portugal. El AVE será un instrumento que acelerará esta interpenetración económica y social. A pesar de la crisis, todos los países europeos continúan con sus programas de alta velocidad. Y aquí tenemos la mala costumbre de decir, sin saber, que el AVE no es rentable. Las condiciones financieras actuales no lo permiten, porque estamos bajo un estrés financiero, pero en cuanto haya una mínima posibilidad hay que realizar este proyecto.
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