Los mercados recuperan la calma
El Ibex 35 vuelve a los 10.000 puntos y baja el diferencial de la deuda
La evolución de la Bolsa en esta semana ha sido, cuando menos, frenética, con un descenso del 2,93% en las dos primeras sesiones que contribuyó a acumular una caída del 14,29% en el mes de noviembre. Las otras tres sesiones, las primeras de diciembre, han aportado una subida del 8,07%, con lo que la semana concluye con un avance del 4,90%.
Las razones que han movido el mercado en estos días han sido las mismas que en las semanas precedentes, con fuertes presiones vendedoras sobre la deuda y la Bolsa, dirigidas a retroalimentar las dudas sobre la solvencia de España. Los niveles de riesgo país volvieron a subir con fuerza y el diferencial entre el bono español y el bund alemán llegó a alcanzar los 300 puntos.
El Ibex 35 cayó en la sesión del pasado martes hasta los 9.203,40 puntos y todo parecía indicar que la situación podía ir a más, pero las expectativas de una compra masiva de deuda por parte del BCE frenaron el proceso.
Ante la reunión del BCE, los "cortoplacistas" cancelaron posiciones y los mercados se dieron la vuelta. Lo más curioso es que el BCE no anunció la esperada compra masiva de deuda y ni siquiera dio cifras de su plan de compras, limitándose a decir que "sigue en marcha", con lo que daba a entender que "está en el mercado" pero sin dar pistas sobre sus movimientos. El anuncio de renovación de la liquidez ilimitada para la banca también fue bien recibido por los mercados, con lo que el ambiente cambió radicalmente en unas pocas horas.
El Ibex 35 termina esta semana en 10.014,80 puntos, un nivel que plantea algunas dudas importantes, ya que da la impresión de que se recupera el impulso alcista previo a esta crisis, algo difícil de asimilar cuando se ha rozado la catástrofe. Los argumentos en favor de esa reacción alcista pasan por la evolución del mercado estadounidense, que resultó bastante "tocado" por los problemas del euro.
En los mercados de deuda se han producido algunos cambios importantes, pues la rentabilidad del bono español ha bajado hasta el 5,11% desde el 5,59% del pasado martes. Lo más importante es que el pasado viernes el BCE compró deuda en el mercado, pero sólo de Grecia, Irlanda y Portugal, lo que confirma que la presión sobre el bono español era simplemente especulativa y que no hacen falta ayudas, aunque esto no quiere decir que la situación no pueda repetirse.
Los indicadores económicos han quedado relegados a un segundo plano en esta semana, pero dejan algunos apuntes importantes, como la revisión de las expectativas de crecimiento para España por parte de la UE para este año. La UE espera que el PIB ceda un 0,2% en lugar del 0,4% previo, algo que confirma el Banco de España al afirmar que algunos indicadores preliminares del cuarto trimestre apuntan a un ligero crecimiento en inversión, gasto en consumo y exportaciones.
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