El PSC de Barcelona reafirma a Hereu como candidato tras el fiasco del 28-N

Ni 24 horas han pasado desde el desastre electoral del PSC en el 28-N para que la Federación Socialista de Barcelona y el propio alcalde, Jordi Hereu, dieran un paso al frente para dejar claro que, pese a lo ocurrido, la figura de Hereu no se desdibuja. Más bien al contrario. Ante un panorama de un presidente de la Generalitat que renuncia al acta de diputado y a ceder el paso en la dirección del partido, asumiendo la derrota; los dirigentes del PSC de Barcelona remachan la idea de que Hereu es, ahora, el eslabón más fuerte.

En una situación de crisis como la que se ha desatado tras las autonómicas -en las que el PSC han obtenido la mitad de los votos que CiU-, los socialistas de Barcelona parecen decididos a dar pasos para reafirmar al alcalde y candidato Hereu. Es la política de hechos consumados. Sobre todo ante la ausencia de pronunciamientos claros de la dirección del partido. Algunos miembros de la federación de Barcelona, no obstante, creen que la cúpula del PSC no debería demorar más su pronunciamiento y zanjar el debate.

Montilla calla al ser preguntado sobre las municipales de la capital catalana

Los socialistas de Barcelona, críticos ante la interinidad que se avecina

Porque el debate sigue estando sobre la mesa. La actual consejera Montserrat Tura, que aparecía en las quinielas de alcaldables de Barcelona, ganó enteros ayer al no asumir más responsabilidad dentro del partido ante los cambios anunciados por Montilla. ¿Queda reservada para otras misiones? Ella ni lo confirma ni lo desmiente.

Dentro de la ejecutiva nacional del partido hay opiniones en todos los sentidos. Algunos dirigentes la ven como candidata por su buena valoración en las encuestas, grado de conocimiento y experiencia municipal. Otros recuerdan que carece de apoyos internos y que no solo no ha ejercido nunca como barcelonesa, sino que además fue alcaldesa de Mollet del Vallès durante más de 15 años.

Castells también genera opiniones a favor y en contra. Es conocido y valorado por una parte importante de los ciudadanos, pero la operación de cambiar un candidato a la alcaldía a escasos seis meses para las elecciones es algo que atemoriza a muchos. Sus rivales también le recuerdan el desplante a Montilla al haberse negado a figurar en las listas del partido en un momento tan difícil como se ha demostrado que eran las elecciones del domingo.

Está clara la firmeza del alcalde y de la Federación de Barcelona, porque llevan meses insistiendo. No lo está, para nada, qué piensa Montilla que en más de una ocasión ha evitado pronunciarse hasta que pasaran las elecciones autonómicas. Ayer, un día después, el presidente de la Generalitat volvió a administrar sus silencios cuando fue preguntado sobre qué pasaría en Barcelona. Vino a decir que el resultado de la capital era problemático, aunque no peor que en el resto del área metropolitana. El descalabro de ciudades del Baix Llobregat en el que el PSC ha perdido 10 y hasta 15 puntos -como ha ocurrido en Cornellà, la ciudad administrada por Montilla durante años- es maliciosamente subrayado por algunos destacados militantes socialistas de Barcelona.

El nombre de Hereu no salió ayer, tampoco, de los labios de Montilla. No es la primera vez. Una omisión que dista mucho del constante apoyo de los dirigentes de CiU hacia el candidato Xavier Trias. Tanto Artur Mas como Josep Antoni Duran Lleida han aprovechado todas las ocasiones que han tenido para respaldar a Trias. Esa imagen en la campaña de Montilla no se ha dado, salvo las casi obligadas fotos compartidas de algunos actos que se celebraban en Barcelona. De la confirmación de Hereu como alcaldable, ni una palabra.

El panorama de una dirección saliente del PSC en plena campaña municipal preocupa, y bastante, a los militantes de la federación barcelonesa y, especialmente, a los regidores socialistas. Una preocupación que ayer se dejó entrever en el debate de la ejecutiva de los socialistas barceloneses que congregó a buena parte del equipo municipal. "Trias irá de la mano de Mas, presidente de la Generalitat. ¿Y Hereu?", se preguntaba más de uno.

Caras de preocupación ante la pérdida de votos constantes desde 2000 y el cambio de color de toda la ciudad, salvo en el distrito de Nou Barris.En el debate, sí hubo alusiones a que el PSC tiene "un problema estructural" y que lo más inquietante es el constante trasvase de votos socialistas a las filas de CiU. El partido que lidera Trias en la ciudad ha sido la fuerza más votada en barrios como Bon Pastor, y en la mayoría de las mesas del Raval, y también en la Barceloneta. Algo insólito en otras contiendas electorales. Pese a la insistencia del mensaje de Carles Martí, secretario de la Federación, de que las elecciones autonómicas y las municipales no son lo mismo, lo cierto es que el avance de CiU en barrios y distritos tradicionalmente socialistas inquieta. Y mucho.

Algunas de las intervenciones se mostraron críticas por la administración de los tiempos. Consideran que encarar una campaña municipal con una dirección del partido saliente no es el mejor de los panoramas sobre todo en el caso de la capital catalana. Destacados miembros del grupo municipal socialista entienden que sería mejor adelantar los acontecimientos celebrando un congreso extraordinario del PSC y, de esa manera, cerrar el debate sucesorio antes de encarar la campaña.

En la dirección nacional del partido, la opinión mayoritaria es que el estado de forma del líder no es tan importante en unas municipales como el grado de conocimiento y valoración de los candidatos de cada municipio. Queda por ver si esto, que todos los manuales políticos dan por válido en los pequeños municipios, funciona también en Barcelona. Especialmente tras un mandato salpicado de problemas: la fracasada consulta de la Diagonal, la renuncia de la edil Itziar González, el revés del hotel del Palau, la trama de corrupción de Ciutat Vella, por citar los más destacados.