Garzón reitera que las escuchas eran a presos, no a abogados
La defensa pide a Barreiro que no frivolice con las garantías
El juez Baltasar Garzón ha recurrido el último auto del instructor del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro por entender que se mantiene su situación de "indefensión" y por no ajustarse a la realidad la afirmación de que intervino las comunicaciones de los abogados de los cabecillas de la trama Gürtel.
El catedrático Francisco Baena Bocanegra, abogado de Garzón para este proceso, insiste una vez más en que los autos dictados por Garzón ordenaron la intervención "de todas las comunicaciones de los imputados presos con cualquier persona" con la matización de que se dirigen a los abogados "con la finalidad de prevenir y proteger el derecho de defensa, excluyendo aquellas conversaciones que pudieran afectar a la estrategia de defensa".
Un imputado puede declarar cuantas veces lo pida, alega el abogado del juez
Es decir, que según el recurso, los destinatarios de las escuchas fueron "los imputados en situación de prisión, nunca los letrados" con independencia de que se vieran afectados potencialmente por la medida, al igual que el resto de las personas que comunicaran con los presos. Pero con una diferencia esencial respecto a los letrados: la protección que se les dispensaba al preservarse el derecho de defensa.
En definitiva, los delitos objeto de investigación "no eran los que pudieran cometer los letrados, sino el que habían cometido los imputados presos".
"Si los letrados hubieran sido el objetivo de la investigación y no sus defendidos, las medidas hubieran continuado contra ellos fuera de prisión", insiste la defensa. Baena se queja después de que el instructor Barreiro trate de "relativizar, cuando no frivolizar" con las garantías que dispuso Garzón para preservar el derecho de defensa y las relegue "injustificada y gratuitamente a la mera condición de 'cláusulas de estilo".
El recurso insiste después en las pruebas que Barreiro ha denegado y recuerda que en la instrucción se deben incluir no solo las diligencias necesarias para formular la acusación, sino también las favorables al juez imputado.
Por tanto, insiste en que se cite a declarar al instructor del Tribunal Superior de Madrid para el caso Gürtel, Antonio Pedreira, cuyo testimonio considera "esencial" para valorar la incorrección del reproche penal que se formula contra Garzón.
Respecto a la ampliación solicitada por Garzón de su propio testimonio, que Barreiro también rechazó, la defensa asegura que la ley reconoce tajantemente que el imputado o procesado "tiene derecho a declarar cuantas veces lo solicite" y ese derecho "el instructor no puede limitarlo sobre la base del tiempo -más de tres horas- que declaró la primera y única vez. El recurso concluye pidiendo la nulidad del auto de imputación de Garzón.
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