Los inversores, pendientes de los políticos

Los mercados de valores europeos buscaron ayer dar una sensación de tranquilidad que, sin embargo, apenas consiguió convencer a nadie. Los responsables políticos y económicos de la UE, lejos de contribuir a calmar los ánimos tras el polémico rescate de la banca y las finanzas irlandesas, ayer atizaron el fuego creando una polémica sobre la ampliación del fondo de rescate. Ampliar el fondo o dejarlo como está, supone admitir el riesgo de que España solicite ayuda o desestimar esa opción, con lo que los inversores no lograron salir de dudas.

La Bolsa española volvió a vivir una sesión agitada en la que el quehacer cotidiano cedió el paso a los problemas de fondo, todos ellos estructurales. Los anuncios de nuevas pruebas de solvencia a la banca europea con nuevos métodos, una vez detectados numerosos fallos en las anteriores, provocó algunas advertencias sobre el excesivo tamaño y fragmentación de la banca alemana. En España, por el contrario, caía muy bien en el sector la medida del Banco de España que permitirá a las entidades bancarias no computar las minusvalías provocadas en sus carteras de deuda por las caídas de los precios que ha traído consigo la actual crisis. Plusvalías y minusvalías computarán en el momento de su venta, en lugar de hacerlo durante su permanencia en cartera.

A pesar de ese balón de oxígeno, los valores bancarios españoles se vieron sacudidos todavía por la presión vendedora y fueron una de las causas del débil comportamiento del Ibex 35 en esta jornada.

El Ibex 35 abrió la sesión con una discreta subida del 0,50% que no pasó de ser anecdótica, pues la presión vendedora se manifestó rápidamente hasta provocar una pérdida del 1,91%, con lo que este índice se situaba momentáneamente en 9.556,10 puntos. La festividad en Estados Unidos provocó una especie de vacío en los momentos finales de la sesión, tanto por la ausencia de referencias como por la caída en la contratación. En el Mercado Continuo se negociaron 3.950,83 millones de euros, con cerca de 2.000 millones aportados por las "operaciones especiales" y las del "mercado de bloques". En el "mercado abierto" la contratación se quedó por debajo de los 2.000 millones de euros, lo que indica que ni siquiera con este nivel de precios se deciden los inversores a tomar posiciones, algo que algunos analistas defienden para plazos largos.