Un año sin nuevas obras
Las cuentas que presenta hoy el alcalde no contemplan iniciar ningún proyecto - Las inversiones caen un 39% respecto a 2010
Después del espíritu modernizador que invadió durante años una ciudad partida por las obras, Madrid se olvidará de nuevas zanjas, calles cortadas y grandes proyectos. Al menos, en lo que corresponde al Ayuntamiento. La crisis obliga. Los presupuestos para 2011 que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, presenta hoy vienen con un recorte del 39% en el capítulo de inversiones. La fórmula para alcanzar el ajuste es meridiana: no se iniciará una sola obra nueva. Los 279 millones de esta partida se dedicarán a finalizar proyectos prometidos en el programa electoral.
Las principales inversiones se destinarán a completar la rehabilitación del palacio de Cibeles y organizar su primera exposición que se celebrará previsiblemente en abril (15,7 millones de euros); se acondicionará el centro cultural Matadero (9,8 millones); se culminará el proyecto Madrid Río para que esté listo antes de las próximas elecciones municipales (37,3 millones) o se emprenderá la construcción de un polideportivo y una biblioteca en la plaza de Barceló (25,7 millones).
No se alcanzará, por ejemplo, la construcción de los 32 centros de día prometidos para esta legislatura. En un momento tan ajustado como el actual, el Ayuntamiento ha dado prioridad a las escuelas infantiles porque considera que los centros para mayores son un recurso de la Ley de Dependencia para el que la Comunidad de Madrid tiene que aportar una financiación que está por llegar.
Con la resaca del encuentro frustrado con José Luis Rodríguez Zapatero reciente, el alcalde presenta los que son, probablemente, los presupuestos más duros de su mandato. Tras la negativa del Gobierno central a refinanciar la deuda que le vence este año y el que viene, la caída del 30% de los ingresos en los últimos tres años y el compromiso de ahorrar 1.041 millones de euros, cuadrar las cuentas de 2011 ha sido un quebradero de cabeza para los responsables municipales.
Después de varios meses haciendo cálculos, el presupuesto con el que contará el Ayuntamiento el año que viene sufrirá la tercera y mayor rebaja -un 9% aproximadamente- desde que Gallardón es alcalde. El recorte era de esperar.
El terreno ha ido abonándose desde que finalizaron las obras de soterramiento de parte de la M-30. En tan solo tres ejercicios las inversiones se han desplomado un 65% y los 279 millones previstos en los próximos presupuestos quedan ya muy lejos de los 802 millones dedicados en 2008. El ajuste es considerable y generalizado en todas las áreas de Gobierno.
El alcalde se encuentra además con una dificultad añadida y es que en 2011 ya no habrá proeyctos para el fomento de la inversión local, los llamados Plan E.
Gracias a la inversión estatal Gallardón ha ido tachando desde el año pasado compromisos electorales a pesar de contar con un 25% menor de los 590 millones que utilizó en 2009. Pero el año que viene, sin los 800 millones que aportaron los planes a las arcas municipales los dos últimos años, no hay dinero más que para intentar finalizar lo prometido.
Los concejales de todas las áreas de Gobierno, que "ya no mandan cartas a los Reyes Magos", como bromeaba el edil de Hacienda, Juan Bravo, han visto como sus inversiones han caído drásticamente.
El mayor recorte lo sufrirá Miguel Ángel Villanueva en Economía. Una vez finalizada la construcción de los viveros de empresas, que absorbían prácticamente todo el dinero, la inversión se ha reducido más de un 93%. Ahora, con una partida de 427.000 euros solo podrá permitirse la reforma y equipamiento de los centros de la agencia para el empleo o la adaptación de un edificio para acoger el vivero de empresas de Moratalaz, que se lleva más de la mitad del gasto.
Ana Botella, en Medio Ambiente, también contará con poco margen el año que viene. Los 114,9 millones que ha podido gastar en 2010 se rebajan en 2011 a 44,5 millones. Las inversiones se concentrarán, básicamente, en construir dos colectores de agua (21,8 millones); completar la ampliación de la red sureste de reutilización de aguas residuales (5,2 millones); o el saneamiento de las márgenes del río Manzanares (2,5 millones).
La Concejalía de Hacienda y Administración Pública perderá el año que viene la mitad de sus inversiones. Los 48,3 millones con los que cuenta el concejal Juan Bravo pagarán la última partida de la rehabilitación del Palacio de Cibeles (14,6 millones) ya incluida en los 124, 5 millones de gasto total o la conservación y mantenimiento de edificios municipales (7,8 millones)
Las inversiones de la Concejalía de Urbanismo que dirige Pilar Martínez apenas disminuirán un 16%, pero más de la mitad de los recursos se destinarán a completar Madrid Río (37,3 millones).
Pedro Calvo, el concejal de Seguridad y Movilidad, capeará la crisis con un 34,5% menos de inversión. De los 10,7 millones previstos el cuerpo de bomberos, que se desgañita a diario pidiendo la renovación de su material de trabajo, se llevará una buena parte de la inversión -2,4 millones- en nuevas herramientas, vehículos y equipamientos. El grueso del gasto (6,7 millones) se destinará a la instalación de semáforos y señalizaciones.
La crisis debilita la inversión
- Gallardón destinará el año que viene 279,6 millones de euros en inversiones, dedicadas a completar proyectos ya iniciados.
- El gasto es un 39% menos que el de 2010.
- Desde 2008, el capítulo de inversiones, debilitado desde que se finalizaron las obras de soterramiento de la M-30, ha sufrido una rebaja del 65%.
- Todas las concejalías sufren el recorte en este capítulo. El más castigado en los presupuestos que se presentan hoy.
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