Perversiones
¡Qué desilusión para los adictos al Twitter! Desde que probaron su juguete para comentar el debate a seis, ya se relamían con la posibilidad de repetir la experiencia en dos días. Pero -¡qué chasco!- esa Junta Electoral Central, el comité de árbitros de la política, les quitó el primer cara a cara 2.0. No obstante, son gente rápida y de 140 caracteres, y surgieron alternativas. Hubo debate: cara a cara y junta electoral fueron lo más citado en España. Marina Geli, muy activa desde que los consejeros descubrieron que la Blackberry entretiene, propuso la nostalgia: celebrar el debate en Andorra. Los más modernos sugirieron el streaming, emisión en directo por Internet. Otros, inspirados por la deriva porno de la campaña, se sumaron a la petición de la freakycandidata Carmen de Mairena: un culo a culo. Hubo perversión peor: un debate de expertos en comunicación política; lo más importante hubieran sido las corbatas.