Una nueva página para Matadero
La Casa del Lector, centro de investigación sobre el libro, ocupará cuatro naves
El centro está de suerte. La principal razón: que el proyecto de la Casa del Lector, estancado desde 2007 por sucesivos incumplimientos en la licitación de obras, arranca por fin. Otra razón es que es "milagroso" que el magnífico edificio de Matadero en Legazpi, por el que un día desfilaban las reses para ser sacrificadas y que hoy acoge las actividades artísticas más inquietas, no sucumbiera a la especulación. Una reflexión que hacía ayer durante la presentación de la futura Casa del Lector un entusiasta Antonio Basanta, director de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, impulsora del proyecto.
De los 400.000 metros cuadrados que tiene Matadero (una inmensidad para ser el centro de Madrid), contando el parque de Arganzuela, la Casa del Lector ocupará cerca de 8.000 metros repartidos en cuatro naves que ayer se mostraban semidesnudas y polvorientas para recibir a los prematuros visitantes. Falta casi un año para que se inaugure el centro, previsiblemente en septiembre de 2011, pero ayer recibió la visita de no menos de 25 personas tocadas con cascos blancos, que formaban una comitiva encabezada por el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón -el Ayuntamiento ha cedido el solar-, la concejal de las Artes, Alicia Moreno, César Antonio Molina, ex ministro de Cultura y próximo director de la Casa del Lector, y uno de los últimos grandes empresarios de la edición española, Germán Sánchez Ruipérez, que ayer andaba por los desolados espacios como un niño curioso. "Siempre he creído que para el progreso de los pueblos no hay apuesta más segura que la educación y la cultura, por ello me hice editor", afirmó el fundador del Grupo Anaya. "La lectura siempre es vanguardia, por eso la Fundación decidió que este era el lugar privilegiado en el que levantar su soñada Casa del Lector".
Cuenta con un fondo de 70.000 ejemplares de una donación privada
El ex ministro de Cultura César Antonio Molina dirigirá el centro
Esta va a ser, más que una gran biblioteca, un centro de investigación alrededor del libro: traducción, edición o ilustración. Su actividad versará en torno a áreas como la formación, creación, difusión y experimentación. Y uno de los pilares fundamentales será el diálogo entre el papel y la pantalla, el mundo profesional y el público, los niños con adultos... y la conexión con el mundo.
Molina apuntó que la Casa del Lector estará conectada con las mejores bibliotecas del mundo, como la de Alejandría, la del Congreso de Washington o la Británica, que podrán usar los visitantes. Habrá seminarios, talleres y conferencias, y promoverá estudios sobre la situación de la lectura en España, por ejemplo. Hasta tendrá una especie de guardería cultural y un auditorio con 400 butacas. De momento, cuenta con un fondo de 70.000 libros procedentes de una donación privada de literatura española y arte.
El arquitecto Antón GarcíaAbril es el encargado del proyecto arquitectónico, que ganó por concurso-invitación de la Fundación Sánchez Ruipérez y el Ayuntamiento entre cinco candidatos. Su intervención en el edificio de Matadero, levantado por su colega Luis Bellido en 1908, entonces arquitecto municipal, es "muy respetuosa con el espíritu original de las naves, pero también valiente", explicó. "No nos limitamos a la rehabilitación sin más, sino que añadimos un elemento fiel a la arquitectura industrial del edificio: 11 puentes que conectan las naves y añaden un punto de vista nuevo, desde el aire".
"¡Fantástico!", exclamó el alcalde tras contemplar el vídeo con el proyecto, que costará 30 millones de euros y unos tres al año de mantenimiento, todo a cargo de la Fundación Sánchez Ruipérez. Era el final del trayecto. Luego, llegaron las copas.
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