Fernando Casado toma las riendas del nuevo proyecto de Catalunya Caixa

La segunda caja catalana ya tiene nuevo rostro. El hasta ahora director general del Instituto de la Empresa Familiar, Fernando Casado, tomó ayer las riendas de Catalunya Caixa, que con la elección de sus nuevos órganos de gobierno da por cerrado el proceso de fusión que las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa pusieron en marcha hace poco más de un año. Casado se convierte en el segundo presidente de la caja, después de que el ex vicepresidente del Gobierno central Narcís Serra liderara la antigua Caixa Catalunya desde 2005 y los primeros cinco meses de andadura de la nueva entidad fusionada.

Consciente del momento "difícil" que atraviesa el sector financiero, Casado aseguró que aceptó el cargo por los "alicientes" que este conlleva. Entre ellos, destacó el de "servir al país" desde una "institución histórica". Y dada la complejidad de su labor, se comprometió a "aglutinar" al Consejo de Administración, también elegido ayer, para que actúe como una "unidad activa y dinámica" que sirva para "mejorar" la caja, que suspendió las pruebas de estrés de la Unión Europea en sus escenarios más adversos.

La segunda entidad catalana termina su fusión en poco más de un año

La asamblea general designó ayer a los 21 miembros del consejo de administración

Preguntado acerca de si el proyecto de fusión sufrirá alguna alteración tras esos resultados, Casado no descartó que la entidad acuda a un proceso de capitalización, tal como sugirió el presidente del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tras conocer los resultados de las pruebas de resistencia de la banca. "Esta es una posibilidad que ha apuntado el Banco de España y que la entidad ha de replantearse", aseguró, para acto seguido recordar que, en todo caso, deberá debatirlo con su número dos, el director general de la entidad, Adolf Todó, y con los dos nuevos vicepresidentes de la entidad, Manel Rosell, que estuvo al frente de Caixa Manresa, y Joan Albert Abelló, presidente de la Cámara de Comercio de Tarragona. De cualquier modo, Narcís Serra recordó que Casado cuenta ya con una "hoja de ruta" para que la entidad atraviese la crisis actual, a la que le queda "al menos un año difícil". Serra admitió que deja muchas "asignaturas pendientes", aunque también valoró su legado: el primer proceso de "fusión real" de cajas que se ha culminado en España en la actual crisis financiera.

La asamblea general, que se reunió ayer en el complejo Món Sant Benet, en Sant Fruitós de Bages, designó a los 21 miembros del Consejo de Administración. En representación de los impositores hay ocho miembros, entre ellos el economista de la London School of Economics Edward Hugh y el catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña Ferran Lauarta. Las entidades fundadoras -las diputaciones y la Cámara de Comercio de Manresa- estarán representadas por siete personas, entre las cuales están el presidente de Enagás, Antoni Llardén, y el coordinador general de la Diputación de Barcelona, Joan Echániz. Las entidades locales tendrán tres representantes, uno de ellos el profesor de Esade Francisco Longo, y los sindicatos otros tres.

La asamblea, que consta de 160 miembros, también modificó algunos artículos de los estatutos de la entidad, por ejemplo los que se refieren a las remuneraciones del Consejo de Administración y a la nueva marca que representa a la entidad.

Casado, director general del Instituto de la Empresa Familiar desde 1993, fue elegido como hombre de consenso entre dos de las entidades fundadoras de la entidad fusionada, la Diputación de Barcelona, gobernada por el PSC, y la de Tarragona, de CiU. Su nombramiento, pactado hace apenas dos semanas, recibió el visto bueno tanto de los dos partidos como del Departamento de Economía y Finanzas y del Banco de España. Catedrático de Economía, Casado ahora estará al frente de la cuarta entidad española por volumen de activos, que cuenta con una red de 1.215 oficinas y 8.000 empleados.