El PNV intentará que EA cargue con el coste de romper el Gobierno foral

La crisis abierta en el Gobierno alavés entre el PNV y su socio EA fue ayer tratada sin dramatismo por la ejecutiva nacional peneuvista. El presidente de la formación en Álava, Iñaki Gerenabarrena, fue el encargado de exponer la situación, cuyo desenlace más previsible va a dejar en evidencia el fracaso de su apuesta por un Gobierno de concentración nacionalista (PNV, EA y Aralar, fuera ya del Ejecutivo foral desde hace un año) tras las elecciones de 2007.

En el PNV se observa con relativa tranquilidad este episodio, del que creen que saldrá más dañada EA por su incumplimiento de un compromiso. El momento clave llegará con la presentación de enmiendas a los presupuestos forales, tanto de totalidad como parciales. Hasta hoy, EA cumple su parte, al haber aprobado en el Consejo de Diputados el proyecto de cuentas.

ANV revela que existe un acuerdo para "todo el debate presupuestario"

"No va a haber ningún ultimátum a EA desde el PNV", aseguraron a EL PAÍS fuentes de la ejecutiva peneuvista. El PNV no echará a nadie de ninguna parte, agregaron, sino que tendrán que ser los dos diputados de su socio los que se marchen del Gobierno foral si finalmente su partido se desmarca de los presupuestos que, de momento, apoyaron el viernes pasado. Para el PNV, en Álava sigue habiendo un Ejecutivo foral y un pacto en vigor. Será quien no esté a gusto con ellos quien deba actuar con coherencia y marcharse, argumentan dichas fuentes. La "excusa", agregaron, es fácil, ya la tienen y cualquier otra habría servido igual.

Lo que hay detrás de la advertencia de EA el viernes de votar contra los presupuestos, previo abandono del Gobierno foral, si no se compromete con una reforma fiscal que eleve la presión a las rentas más altas con efectos en 2001, es otra cosa. Así lo sugirió el peneuvista Pedro Elosegi en el debate de ayer en las Juntas Generales de una moción que su todavía socio votó conjuntamente con ANV, Aralar y EB. "No puedo pensar que no hay intenciones e intereses ocultos", distintos a los fiscales aducidos por EA, dijo Elosegi. Sobre el papel, el texto solo proponía la constitución de una comisión para estudiar las modificaciones en la fiscalidad. El juntero peneuvista se preguntó por qué EA la presenta solo en Alava y por qué no puso esa condición "en 2007, en 2008 o en 2009". Si no vemos los intereses que hay detrás la moción no es entendible", reiteró. Por eso, pese a coincidir, como todos los grupos, en que hay que abordar un cambio en la fiscalidad ante el aumento del gasto público, el PNV anunció su voto en contra. El PSE y el PP ni siquiera intervinieron, como vienen haciendo con cualquier iniciativa en la que participe el grupo de la ilegalizada ANV, pero sumaron sus votos a los peneuvistas y la moción fue rechazada por un aplastante 40 a 8.

Iñaki Usategi, portavoz de ANV -oficialmente Grupo Mixto- no ocultó su satisfacción por la unidad de los cuatro grupos minoritarios: "Somos pocos, pero nuestra fuerza no está aquí, está en la sociedad", afirmó. "Esto marca tendencia de futuro" y muestra "qué situación política se está abriendo", agregó. Y reveló: los cuatro partidos unidos ayer "tenemos el acuerdo de llevar esto a todo el debate presupuestario".

El portavoz de EA, Patxi Martínez de Albeniz, terminó admitiendo su alegría por haberse "activado una iniciativa desde la izquierda, desde el soberanismo". "No necesitamos excusas para irnos, ya nos han dado varias este año", abundó, para precisar que su propuesta es "nacional" y no se quedará solo en Álava. Martínez de Albeniz insistió en que su formación presentará enmiendas al capítulo de ingresos del presupuesto foral. "Se abre ahora un mes de posible negociación con el PNV", concluyó.