Un enfrentamiento creciente por el euskera y las listas de espera
La polémica suscitada en torno a la aprobación de los presupuestos forales se suma al creciente cruce de acusaciones en el que socialistas y peneuvistas se han enzarzado en los últimos días a cuenta de dos cuestiones tan sensibles y de impacto en el ciudadano como la sanidad y el euskera. La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, insistieron ayer en sus enfrentadas tesis. La primera acusó a los nacionalistas de "manipular" las listas de espera en Osakidetza y de utilizar la lengua vasca como "arma política", mientras que el segundo aventaba las dudas de su partido sobre si el PSE "odia el euskera".
Tras participar en Bilbao en una jornada sobre la aplicación de las nuevas tecnologías en la Justicia por la mañana, Mendia abogó por "desterrar la utilización" política del idioma cooficial. Quiso responder así a las acusaciones vertidas el martes por la parlamentaria del PNV Leire Corrales, quien acusó al Ejecutivo de aplicar la política del "cangrejo" por dar marcha atrás en medidas como las sanciones a los comerciantes que no fomenten la lengua vasca. "El euskera tiene que ser sentido por todos y desde el Gobierno tratamos de implementarlo, pero sin imposiciones", replicó la portavoz.
Urkullu extiende la duda peneuvista de si el PSE "odia" la lengua vasca
Sus palabras no convencieron en las filas del PNV. El propio Urkullu se puso al frente de las críticas y, en declaraciones a Radio Euskadi por la mañana, incidió en las dudas de su partido sobre si la actitud de los socialistas responde "a inoperancia, holgazanería, odio hacia el euskera o a una mezcolanza de todas estas cuestiones". El líder peneuvista dejó caer además que la política lingüística del Gabinete pueder ser "un condicionante impuesto por el PP" como consecuencia de su apoyo para la investidura del lehendakari.
La polémica en torno al euskera se sumó ayer a las secuelas de la abierta por las listas de espera en Sanidad. Un día después de que el PNV criticase las "alarmantes" demoras en la atención médica de Osakidetza, fue también Mendia, antes de desplazarse a la Cámara para presentar los presupuestos de su departamento, quien se encargó de acusar a los nacionalistas de hacer una "utilización manipuladora de los datos". "Si los mezclamos de forma interesada pueden dar unos resultados u otros", sostuvo.
Los datos de las listas de espera son relativos. Según las cifras que maneja Sanidad y a las que tienen acceso todos los ciudadanos en Internet, los procesos de cirugía han tenido un desarrollo desigual si se compara el tercer trimestre de 2010 con el mismo período de 2009, aún bajo mandato del PNV. Si bien la cirugía general, la cardiología, la cirugía vascular, la torácica y la de traumatología han registrado demoras en la atención, otras como neurocirugía, oftalmología, urología, pediatría, cirugía plástica, cirugía maxilofacial y tocoginecología han descendido. Por centros, la media está en 58,34 días, mientras que el año pasado se situaba en 59,05. Según los datos de Osakidetza, en oncología casi el 85% de los casos no espera más de 30 días para ser tratado.
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, anunció recientemente en el Parlamento un plan para mejorar el tiempo de atención, proyecto que Mendia ratificó ayer, aunque sin aportar más detalles. En agosto pasado, el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, aseguraba en una entrevista a EL PAÍS que las listas de espera no eran una prioridad para el departamento, porque este se estaba haciendo cargo de otras cuestiones que consideraba más urgentes, como la estrategia de crónicos. Fernández también incidió en que no se planteaban ninguna medida para reducir las demoras.
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