La banda de los peruanos 'se recicla'

La banda de los peruanos, un conglomerado de personas dedicadas a los robos en autopistas, se ha reciclado. Estos delincuentes, con un amplio historial a sus espaldas, prefieren ahora el hurto al descuido. Algunos se han hecho mayores y evitan la confrontación física que acarrea, a veces, un asalto en carretera. Se han dado cuenta, además, de que robarle la cartera a un turista sale más barato.

Los Mossos d'Esquadra han constatado este proceso de reciclaje en dos operaciones contra dos grupos de ladrones que han permitido detener a 35 personas. Se trata de ladrones multirreincidentes: entre todos acumulan casi 600 detenciones, precisó ayer el inspector Ramon Grasa, jefe de investigación de la policía autonómica en Barcelona. Siete de los detenidos han ingresado en prisión.

Uno de los grupos (el de los peruanos) está formado por 23 personas. Algunos son jóvenes, pero otros tienen ya 50 años. Los Mossos les atribuyen 60 hurtos en restaurantes de comida rápida, hoteles y vestíbulos de transportes públicos de Barcelona y su área. Se hacían pasar por clientes y aprovechaban el descuido de las víctimas, la mayoría turistas, para robar dinero y objetos de valor. Grasa detalló que el grupo tenía una gran movilidad: "Se les ha visto en las Fiestas de San Fermín, en las Fallas y en Madrid. Incluso cometieron hurtos en Francia e Italia".

Los detenidos, la mayoría de nacionalidad peruana, mantenían entre sí vínculos familiares y de amistad. Operaban en baterías de tres o cuatro personas y de forma coordinada, pero no integraban un grupo de crimen organizado. No existía, por ejemplo, una jerarquía. De ahí que los Mossos no hayan podido atribuirles el delito de asociación ilícita, una de las estrategias esenciales para mandar a un delincuente a prisión y evitar la sensación de impunidad. Pese a todo, cinco de ellos están en prisión provisional.

Tampoco ha podido acreditarse asociación ilícita en el segundo grupo desarticulado. Se trata de una banda de los tradicionales pincharruedas, aún menos organizada. La policía autonómica ha detenido a 12 hombres marroquíes y argelinos que, con un estilete, perseguían por la ciudad un vehículo y le rajaban la rueda posterior derecha. Cuando el conductor se bajaba, le distraían y aprovechaban para llevarse los objetos de valor. Actuaban en calles anchas como la Meridiana y la Diagonal, y se les atribuyen 50 hurtos.

Las investigaciones del Grupo de Multirreincidentes y del Grupo de Robos con Fuerza de Barcelona se iniciaron en mayo. Grasa confía en que el doble golpe sirva para mejorar las estadísticas. Después de actuaciones de este tipo, los reincidentes suelen esconderse. Al menos, durante un par de meses. "Otros optarán por marcharse a otras ciudades e incluso al extranjero", añade Grasa. Es un efecto habitual en la seguridad ciudadana: si se presiona mucho en un lugar, los delincuentes se desplazan.

Esta presión policial ha hecho que hasta septiembre de este año los hurtos hayan caído el 5% respecto al mismo periodo del año anterior. Grasa valoró que siete de los detenidos hayan ingresado en prisión.