El alcalde pasa el cepillo ecológico
El Ayuntamiento pide a las empresas que contaminan el aire de la ciudad que colaboren voluntariamente con dinero para plantar árboles en Madrid
En plena época de crisis y vacas flacas, el Ayuntamiento de Madrid hizo ayer un ejercicio de buena voluntad y pidió a las empresas que contaminan que, de manera voluntaria, se rasquen el bolsillo para compensar sus emisiones a la atmósfera. Queda por ver cuál es la respuesta.
La iniciativa, con el nombre de Madrid Compensa, ha partido del Foro Proclima, una plataforma impulsada por el Consistorio y que reúne a 45 grandes empresas. La filosofía es razonable. Las compañías y organizaciones que contaminan la atmósfera madrileña tienen una responsabilidad. Y un modo de subsanarla, según el Ayuntamiento, es hacerse cargo del coste que cuesta plantar los árboles que ayudarán a hacer el cielo de Madrid más respirable.
"Gallardón recurre a esta treta porque no tiene recursos", afirma el PSOE
Ahora hay que contar con la conciencia ecológica de estas empresas y ver cuántas se apuntan al carro de un Madrid más verde. El Consistorio ha puesto precio a las emisiones: 100 toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalen a 1.840 euros. También ha cuantificado las plantaciones: la primera tonelada se compensará con cuatro árboles por un importe de 58 euros. El resto de toneladas se compensarán con plantaciones mixtas de seis ejemplares con un coste de 18 euros por tonelada.
Con el dinero que recaude, el Ayuntamiento plantará árboles en tres zonas: la Casa de Campo, la ribera del Manzanares (aguas arriba del puente de los Franceses) y las zonas forestales del Ensanche de Vallecas. Las especies elegidas para repoblar son el pino piñonero, el pino carrasco y la encina.
Para los que estén interesados en la propuesta, la página web municipal ha abierto un espacio (www.madrid.es/madridcompensa) en el que es posible rellenar un impreso en el que se declaran las toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera y su correspondiente traducción monetaria, a ingresar en una cuenta bancaria que el Ayuntamiento facilita. A cambio, la empresa colaboradora puede hacer uso del título que expide el Consistorio reconociendo la compensación realizada y de un logo creado para la ocasión. Eso sí, este título no es negociable en ningún caso en el mercado de derechos de emisión.
"Esto es una invitación a las empresas a que hagan el esfuerzo económico que el Ayuntamiento no puede hacer", respondió ayer el concejal del PSOE Pedro Santín, portavoz de su partido en los temas de Medio Ambiente. "En realidad, el alcalde no planta porque no tiene un duro. Hay espacios baldíos que se deben arborizar y Gallardón recurre a esta treta porque no tiene recursos", reiteró Santín.
El edil socialista también criticó la política de replantación llevada a cabo hasta ahora por la Concejalía de Medio Ambiente, y advirtió de que si los nuevos árboles que se vayan a plantar corren la misma suerte que muchos de los que se han colocado en la zona de Madrid-Río, su futuro es muy negro: "Alrededor del 70% de los árboles que se han plantado allí no tienen asegurada la viabilidad, porque apenas tienen una capa de un metro de tierra bajo el asfalto, y el Ayuntamiento lo único que está haciendo es arrancar los muertos y plantar otros".
Durante la presentación del proyecto Madrid Compensa, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, hizo un resumen muy optimista de cuál ha sido la política medioambiental desde que es regidor. Gallardón recordó que desde 2003 se han reducido las emisiones de CO2 en un 4,2%, hasta situar la emisión anual por habitante en 4,6 toneladas, frente a la media de 5,5 toneladas de las ciudades españolas de más de 150.000 habitantes. También dijo que los niveles de dióxido de azufre, de partículas en suspensión y de otros contaminantes son inferiores a los de hace 10 años, a pesar de que el parque automovilístico ha crecido un 30%, y que el consumo energético total de Madrid ha descendido un 6,2%.
"Los políticos tienen la tarea de colgarse medallas, pero no tienen argumentos sólidos. El triunfalismo no debería ser tal", respondió ayer Juan García, de Ecologistas en Acción.
El portavoz de la organización recordó que la deslocalización de parte de la industria ha contabilizado para reducir las emisiones de CO2, y que la crisis ha disminuido el tráfico en la capital un 6%, por lo que no todos los méritos se pueden atribuir a las políticas del Ayuntamiento.
"La calidad medioambiental de Madrid es muy mejorable", aseguró García, que recordó que el Ayuntamiento ha retirado algunas estaciones que medían la calidad del aire precisamente en las zonas más contaminadas de la capital. Y pidió medidas concretas más allá del aviso en los paneles de la carretera cuando aumenta mucho la contaminación. "Por ejemplo, bajar la velocidad a 80 kilómetros por hora en Madrid, lo que reduce las emisiones entre un 20% y un 30%", añadió.
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