Sin rastro del oso autóctono del Pirineo
El oso autóctono pirenaico camina hacia la extinción. De Camille, un ejemplar viejo y enfermo, no hay rastro desde febrero. Los ecologistas lo dan por muerto y las autonomías de la cordillera no apostarían por su supervivencia. Lo curioso es que no está claro a ciencia cierta si Camille es el último ejemplar puro: Navarra dice que queda otro, de nombre Aspe Oeste, pero Francia y los ecologistas sostienen que es el mismo oso, bautizado de forma distinta a cada lado de la frontera.
Camille señorea (o señoreaba) entre Navarra, Aragón y Francia. Era reconocible por la dermatitis que le ha pelado el lomo y porque "ha protagonizado numerosos ataques a rebaños desde que hace 10 años se instaló en Roncal", según el departamento de Medio Ambiente de Navarra. El 5 de febrero a las 16.57 una cámara automática del Gobierno de Aragón capturó en el valle de Ansó la última imagen de Camille. Desde entonces no hay ni una huella que le delate y otro oso coloniza su territorio. Navarra cree que es pronto para darlo por muerto y recuerda que en 2006 ya desapareció seis meses.
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