Retratos con compromiso
Axelle de Russé reclama tiempo para acercarse a las realidades que plasma en sus reportajes - Un premio le permitió fotografiar a las concubinas chinas
"Lo que me gusta es trabajar lento, pasar días sin disparar una sola foto, conocer la vida de las personas que voy a retratar y ganarme su confianza", dice la fotógrafa francesa Axelle de Russé. "En la fotografía social debes sentirte cercano a los temas. Es totalmente subjetivo". Con esta filosofía realizó su primer proyecto de contenido social un reportaje sobre las concubinas en China, que pudo realizar sin preocuparse del tiempo ni de la presión de los editores gracias al premio Canon a la Mujer Fotoperiodista, dotado con 8.000 euros. El regreso de las concubinas expuesta en la sede de Krea en Vitoria forma parte del festival de fotoperiodismo Periscopio (Postas, 17. Hasta el 9 de diciembre).
"La fotografía social entra en la vida de la gente", dice la autora francesa
De Russé imparte estos días en Vitoria un taller sobre fotografía social. Nacida en Burdeos, de 32 años, estudió ingeniería comercial y durante tres años trabajo en París como editora en la agencia Sipa Press, que representa a unos 2.000 fotógrafos de todo el mundo. El impacto que le causó conocer las consecuencias del tsunami que afectó al Océano Índico en 2004 cambió su rumbo profesional; se colgó la cámara al cuello y empezó a trabajar de fotógrafa. Su primer destino fue seguir durante un año a la candidata socialista a la presidencia de Francia, Ségolène Royal. Aprendió a cubrir las lagunas técnicas que tenía y a colocarse para disparar las fotografías. "No era muy buena haciendo fotografías", reconoce. "Soy hija de la generación digital".
Haciendo fotografías de información política todo iba demasiado rápido. De Russé decidió parar y cambiar la imagen "efímera y superficial" de la campaña electoral por "proyectos de fondo". La vida de las concubinas chinas fue su primer objetivo. Antes de empezar a fotografiarlas descubrió que son mujeres que viven recluidas en sus casas y víctimas del miedo a dejar de ser deseadas por sus parejas. "Para los hombres, una concubina es una prueba de éxito", explica. "El intercambio es muy simple: dinero a cambio de un servicio sexual exclusivo". De Russé contará hoy en Vitoria en una conferencia cómo se hizo el reportaje en China (palacio de Villasuso, 19.30 horas). "Me gusta hablar de lo que no se ve en las fotos", explica. "La fotografía social entra en la vida de las personas y como fotógrafa tengo una relación con esos seres humanos".
Sus trabajos posteriores le han llevado a realizar reportajes sobre el uso del velo integral en Francia o sobre la vida en la banlieue, los suburbios de las ciudades francesas. Los ha hecho como cree que deben hacerse esos trabajos: con tiempo y en compañía de las periodistas con las que colabora habitualmente, Nadjet Chericui y Elsa Sayner. También ha abordado reportajes sobre la pobreza causada por la crisis económica y ahora se prepara para realizar un trabajo sobre el nuevo feminismo. "Quizá sea en Liberia", adelanta. "Soy mujer, me toca de cerca".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.