La oposición se moviliza y trata de responder a la ofensiva del Gobierno
Rajoy evita hablar del alcalde de Valladolid pero manda a su equipo a criticarle
Hasta ayer, el PP era un balneario los viernes. No había ruedas de prensa, apenas se planteaban actos, la presencia en los medios era muy reducida. Era el día de asueto antes de un fin de semana que sí suele estar lleno de actos de partido. Pero todo ha cambiado. El Gobierno se ha puesto las pilas, ha salido a la ofensiva y no solo va a "explicar mejor" su política, también piensa entrar al choque con el PP. Y los populares, tras un inicial descoloque ante un cambio radical que no esperaban, y que en privado reconocen como hábil, están tratando de responder.
La presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en la hasta ahora anodina rueda de prensa del Consejo de Ministros y sus ataques al PP, sumada a la grosería del alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, provocaron ayer que el equipo de Mariano Rajoy tuviera que salir en todas partes para tratar de responder a esta ofensiva.
El líder del PP, una vez más, evitó cualquier asunto que le saque de su guión de la crisis. No ha querido, ni el jueves ni ayer, decir una palabra sobre la polémica del alcalde de Valladolid, que llegó a decir que cuando ve "los morritos" de Leire Pajín, "siempre piensa en lo mismo". Rajoy no dijo nada, pero mandó a todos los dirigentes a criticarle. Dolores de Cospedal calificó las palabras de León de la Riva de "lamentables", Ana Mato de "grosería", Soraya Sáenz de Santamaría y Esperanza Aguirre de "desafortunadas". Eso sí, todos los dirigentes aplaudieron que pidiera perdón y pidieron "pasar página".
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