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El Consistorio ahorrará 2,7 millones por no recoger la hoja

La concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, dio ayer las primeras cifras de los recortes que su departamento ha aplicado a las empresas concesionarias del servicio de limpieza en la capital. Adelantó que la supresión de los servicios de recogida de la hoja y de la campaña de Navidad, donde se presta especial atención a la limpieza de las zonas más comerciales, significará un ahorro de 2,7 millones de euros para las arcas municipales. Y poco más se le pudo sacar en la Comisión de Medio Ambiente celebrada ayer en el Ayuntamiento, aparte de cuál ha sido la reducción definitiva, de un 13%, en los contratos con las empresas del sector.

La concejal del PP aseguró que la supresión del servicio de recogida de la hoja se compensará con el trabajo que realizan los servicios habituales de limpieza viaria, "con la menor repercusión posible" para los ciudadanos. "Usted recorta los contratos de limpieza, y quita campañas. Y eso tiene efectos directos. Desde junio, cuando empezaron los recortes, Madrid está mucho más sucia. Si ahora se elimina la recogida de la hoja va a ser peor, porque esta no solo ensucia, sino que enmascara la suciedad que hay debajo y agrava los problemas", le replicó el concejal socialista Pedro Santín.

"Pregúntele a Zapatero"

La respuesta de Botella fue un clásico en estas comisiones: "Pregúntele usted a Zapatero lo que él ha suprimido". La responsable de Medio Ambiente se olvidó del Ayuntamiento y pasó a enumerar la supresión del cheque-bebé a las familias, la congelación de las pensiones y los puestos de trabajo que se perderán al haber suprimido el Ministerio de Fomento varias obras previstas.

Pero ahí no quedó la cosa. Santín se interesó por el dinero que el Consistorio debe a las empresas de limpieza viaria (289 millones) y conservación de parques y jardines (64 millones), denunció que no se les ha pagado en los últimos 10 meses y preguntó si el Ayuntamiento tiene un plan previsto para regularizar los pagos.

Y entonces Ana Botella echó mano de sus papeles y empezó a hablar del producto interior bruto de Madrid, de cómo paga la Administración socialista en Andalucía, de los créditos del ICO no concedidos por el Gobierno y hasta del plan B de la vicepresidenta Elena Salgado si no se cumplen las previsiones del Gobierno. Pero del plan del Ayuntamiento para hacer frente a su deuda con las empresas de limpieza, nada de nada.

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