El Ayuntamiento recaudará 3,5 millones por las casas anuncio

El negocio de las casas anuncio ya no será rentable solo para los propietarios. También lo será para el Ayuntamiento de la capital, que ha decidido ampliar la tasa que pagan los dueños de los edificios que envuelven su fachada con publicidad. El cambio, que supondrá que las comunidades de propietarios contribuyan con un 30% de lo que ingresen por exhibir una lona publicitaria, inyectará en las arcas municipales unos 3,5 millones de euros anuales, según cálculos de la Concejalía de Hacienda.

El Ayuntamiento, con una necesidad acuciante de ingresos, ha considerado que las tasas actuales son muy bajas. Sobre todo si se tiene en cuenta que usar un edificio emblemático como escaparate puede costar al anunciante hasta 100.000 euros al mes, según fuentes del sector. Una media de 40.000 euros mensuales, según la Concejalía de Medio Ambiente que concede las licencias.

Hacienda espera con esta medida que se terminen antes las obras

Hasta ahora los propietarios que solicitaban el permiso municipal para instalar publicidad en la fachada de su edificio pagaban dos tasas. Una mensual por la ocupación del espacio público con los andamios que, en una calle de máxima categoría, es de 9,99 euros por cada metro cuadrado y fracción de hasta tres metros de altura. Y otra fija de 242,75 euros por cada solicitud de colocación de cartel. A partir del 1 de enero de 2011, convertir su edificio en un escaparate seguirá siendo un buen negocio pero habrá que compartirlo con el Ayuntamiento.Hay un ejemplo que ilustra en números redondos cómo se multiplicará la contribución de los propietarios de edificios en obras que decidan poner publicidad en su fachada: el anuncio de 400 metros cuadrados que cuelga del número 6 de la Puerta del Sol.

La comunidad de propietarios puede estar ingresando, según fuentes del sector, unos 100.000 euros al mes, mientras que su contribución a las arcas municipales se limita a unos 800 euros mensuales por ocupar parte de la calle con el andamio. A partir del 1 de enero de 2011, por un anuncio de esas características y en ese lugar tan emblemático, el dueño tendrá que pagar al Ayuntamiento, por adelantado, unos 8.000 euros mensuales. La tasa por cada solicitud de licencia no cambiará y se mantendrá en 242 euros.

La modificación que ha hecho Hacienda consiste en vincular la tasa por la colocación de andamios con la instalación de publicidad. Antes el gravamen por ocupar la vía pública se limitaba a tres metros de altura y no tenía en cuenta si se habían colocado o no anuncios y mucho menos sus beneficios. Cuando entre en vigor, el Ayuntamiento tendrá en cuenta a la hora de cobrar no solo la exhibición de publicidad, sino sus dimensiones.

Así, los dueños de un edificio con su fachada cubierta por una lona en la Puerta del Sol o en la plaza de Alonso Martínez (por poner dos ejemplos de calles de máxima categoría) pagarán 20 euros mensuales por cada metro cuadrado de anuncio.

Hacienda espera que el tributo acabe con la picaresca. Las cifras, golosas, han animado a las comunidades de vecinos a dilatar los plazos de las obras para mantener la lona el tiempo máximo permitido -seis meses prorrogables a otros seis- aunque los obreros no aparezcan hasta el último mes.

La concejalía de Medio Ambiente, que en lo que va de año ha abierto 14 expedientes disciplinarios por lonas sin licencia o que no se ajustaban a la normativa, asegura que mantiene un estricto control de los plazos. Pero nadie evita que, como publicó este periódico, los propietarios envuelvan el edificio durante un año con la excusa de una obra que, saben, durará menos de tres meses.

La noticia no ha sentado nada bien a los empresarios dedicados a la publicidad exterior, que temen que las comunidades de vecinos disparen el precio de alquiler de sus fachadas. "Con los márgenes con los que trabajan las empresas de publicidad no se pueden asumir esos porcentajes. Si tiene que asumirlo el dueño bajará la demanda", explica uno de los vocales de la Junta directiva de AEPE, la asociación que agrupa a los empresarios de publicidad exterior, Rafael López. "Nosotros financiamos las obras de los propietarios. No hay nada mejor que poder rehabilitar tu edificio con dinero privado en lugar de con fondos públicos. Con la tasa se rehabilitarán menos edificios", opina López.

Lejos de la polémica que suscitó entre sus colegas de Venecia que se opusieron públicamente a que los edificios históricos se cubriesen con publicidad, en el Colegio de Arquitectos de Madrid, la decana, Paloma Sobrini, ve en la tasa una oportunidad para que no se eternicen las obras y para que los beneficios de los propietarios reviertan en el ciudadano.