Consuelos a la ministra
Zapatero, Blanco y Rubalcaba consolaron ayer a Trinidad Jiménez por los pasillos tras la derrota que ha sufrido la ministra de Sanidad en las primarias de Madrid. La sesión de control al Gobierno celebrada ayer en el Senado, 48 horas después de la celebración de las elecciones primarias, brindó la oportunidad a los principales valedores de Trinidad Jiménez en esos comicios, el propio presidente del Gobierno, y los ministros de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de Fomento, José Blanco, de arropar a la derrotada. Todos ellos acudieron a abrazarla y consolarla por los pasillos de la Cámara alta.
También quiso saludarla el presidente del Congreso, José Bono, quien había acudido al Senado tras recibir una llamada de Zapatero, que en esos momentos almorzaba con el presidente de la Cámara alta, Javier Rojo. Jiménez aprovechó para felicitarle por haber sido abuelo por segunda vez.
La ministra de Sanidad fue consolada y felicitada a la vez por los resultados obtenidos, pese a haber perdido. Jiménez exhibió deportividad, aseguró que no estaba dolida por la derrota y que se sentía muy orgullosa del número de votos que había conseguido.