Lo importante es ganar hoy

Marta Fernández y Anna Montañana abandonan sonriendo la pista. Se retiran a los vestuarios en el descanso y España pierde por 24 puntos. No obsesiona el resultado. Lo importante del partido de ayer, en el que Estados Unidos se impuso por 106-70, no era ganarlo, sino jugarlo. Para las norteamericanas, porque así se acercaban más al oro y para las españolas porque lo hacían más al bronce con el permiso hoy de Bielorrusia (Marca TV, 17.30).

Estados Unidos demostró que el tropezón de 2006, cuando quedó tercero, fue eso, un bache, y que su juego rápido, su físico y el talento marca de la casa están intactos. Ni siquiera le hizo falta echar mano de la muñeca de la mejor jugadora del mundo, Diana Taurasi. Hay nombres y calidad de sobra para que la final de hoy contra la República Checa (Marca TV, 20.00) sea un trámite para llevarse en la maleta su octavo oro.

A España, que jugó sin Sancho Lyttle por la lumbalgia que le impidió estar en el tramo final ante Francia, se le heló la sonrisa cuando en el segundo cuarto vio a Amaya Valdemoro caer doblando el tobillo. La artífice del milagro de la víspera abandonó dolorida la cancha, pero pudo volver a los pocos minutos. Sin embargo, el seleccionador, José Ignacio Hernández, decidió reservarla en el segundo tiempo para el duelo de hoy, en el que España luchará por conseguir la primera medalla de su historia en un Mundial. Enfrente estará Bielorrusia, el incómodo rival que le separa del bronce.

El equipo de Anatoly Buyalsky llegó a su semifinal con la credencial de haber dado la sorpresa eliminando a Rusia, la subcampeona actual. Aunque España les supera en la comparación numérica, las bielorrusas destacan por su fortaleza. Por primera vez están en la lucha por las medallas, por lo que la final de consolación será hoy menos triste que nunca. Para ambos equipos hay mucho en juego. Hacer historia.