El Ayuntamiento de París exonera a Chirac por el caso de los empleos ficticios

El pleno municipal del Ayuntamiento de París aprobó ayer, por amplia mayoría, retirarse de la acusación en el caso de los empleos ficticios, un viejo asunto de corrupción que acosa al ex presidente de la República Jacques Chirac desde sus tiempos de alcalde de la capital de Francia, desde 1977 a 1995. A cambio, Chirac y el partido de centroderecha Unión por un Movimiento Popular (UMP), la formación de Nicolas Sarkozy, heredero del Reagrupamiento por la República (RPR) de Chirac, se comprometen a restituir al Ayuntamiento los 2,2 millones de euros que, según la acusación, el ex alcalde desvió del municipio. El propio Chirac pagará de su bolsillo 550.000 euros.

Desde 1992 a 1995, Chirac creó, a cuenta de sus gastos como alcalde, 21 puestos de trabajo para supuestos colaboradores que, en realidad, eran miembros, ayudantes o allegados de su partido. En octubre de 2009, el juez notificó que el ex presidente sería juzgado por ese caso, que podía acarrear hasta 10 años de prisión y una multa de 150.000 euros. Hasta entonces, su inmunidad presidencial (jefe del Estado desde 1995 hasta 2007) le había librado de hacer frente al caso.

El alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoë, nunca ha sido partidario de las venganzas políticas y tampoco de que un ex presidente acabara en la cárcel. En un libro publicado en 2008, titulado Audacia, aseguraba: "Tengo mucho respeto por la función presidencial (...) Hay que hacer gala siempre de elegancia y respeto en las relaciones humanas. Y no tengo ningún deseo de que Chirac vaya a prisión". Por eso llegó al acuerdo con los abogados de Chirac y con la UMP que ayer votó el Consistorio. Antes de la votación, Delanoë aseguró que el Ayuntamiento (y en su nombre los parisienses) se veían resarcidos debido a que "existe el restablecimiento de la verdad, un reconocimiento de los hechos, y la restitución de los bienes sustraídos".

De los 161 concejales de París, 147 votaron a favor del acuerdo. Solo 13 ediles, del partido Ecologista y Partido de Izquierda, votaron en contra por considerar el pacto un denunciable trato de favor hacia el ex presidente.