La cara gay de Benidorm

Benidorm ha sido una ciudad pionera en muchos ámbitos. Pero donde sus gentes han afinado el ingenio ha sido en turismo, hasta el punto de encumbrar al municipio a los primeros puestos del sector. Con una consolidada oferta en el segmento de sol y playa, un grupo empresarios se ha lanzado ahora a reforzar la ciudad como destino turístico gay.

La cara rosa del turismo de Benidorm se remonta a 1962, cuando abrió sus puertas el Pretex, primer bar de ambiente homosexual. Desde entonces, han sido muchos los guiños desde la capital turística de la Costa Blanca a este segmento, hasta lograr la distinción Gay Friendley, galardón que en la Comunidad Valenciana sólo tiene otra ciudad: Elche.

La primera iniciativa será una campaña de publicidad

El distintivo del turista gay es su elevado poder adquisitivo

Un total de 26 empresarios acaban de constituir una agrupación para promover sus locales vinculados a la potente marca con la que se asocian. La promoción, en palabras, del portavoz del colectivo, Nicolás Caballero, pretende captar sobre todo a los visitantes del Reino Unido.

El primer trabajo de este colectivo empresarial será el lanzamiento de una campaña de publicidad en la prensa e incluso en la televisión inglesa. El argumento principal de la campaña será un vídeo promocional de la oferta gay (bares, hoteles y restaurante de la ciudad), que ya está en fase de rodaje.

La oferta de Benidorm para los turistas de orientación homosexual incluye cinco hoteles, dos sex-shops, 9 cafeterías y otros tantos restaurantes, una discoteca, 18 bares de copas, dos saunas y hasta una agencia de viajes, un abogado o una asesoría. En 2008, el Ayuntamiento editó una guía que ya contabilizaba 32 bares de ambiente gay.

El representante de este grupo de empresarios turísticos de Benidorm tiene claro el objetivo de la iniciativa: "Desmarcarnos políticamente y buscar resultados a través de la propia iniciativa empresarial", señala Caballero, quien asegura que el grupo no se han planteado ni tan siquiera la posibilidad de pedir "ayudas públicas".

A este grupo de empresarios no se le escapa que una de las señas de identidad del turista gay es su poder adquisitivo. Según datos de la jefatura de mercado del Instituto de Turismo de España, el turista del colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y transexuales) gasta diariamente un 60% más que un turista heterosexual (130 euros frente a 80 de media).

El empeño de los colectivos gays de Benidorm por impulsar la ciudad como destino para estas personas ha sido una tarea individual, sin respaldo del Ayuntamiento. Tampoco han contado con el entusiasmo de la patronal hotelera, Hosbec, que considera que la oferta para el turismo gay ya "está proporcionada".