La atracción de la pantalla
Julia Roberts, máximo gancho de un certamen de perfil modesto que centra su mirada en Europa y la no ficción
Reducido por segundo año consecutivo a nueve días de duración por la crisis, el Festival de Cine de San Sebastián presenta en esta su 58ª edición un panorama más gris que en anteriores ocasiones, centrado en el cine europeo y la no ficción y con Julia Roberts como principal gancho. Hasta el próximo sábado, estos son algunos de sus mayores atractivos.
A por la Concha de Oro
Quince películas compiten por el principal galardón del certamen de las 18 que integran una Sección Oficial con fuerte presencia europea y sin títulos de gran tirón. El Zinemaldia optó para la apertura de ayer por Chicogrande, de Felipe Cazals, abandonando su tendencia reciente de arrancar con una cinta con un director o unos actores muy conocidos.
John Sayles, uno de los autores más notables del cine independiente norteamericano, busca por cuarta vez la Concha de Oro. Esta vez compite con Amigo, escrita por él mismo como sus largos anteriores, una historia ambientada en la Filipinas de 1900, bajo la ocupación de EEUU.
El escocés Peter Mullan, con una larga carrera como actor, premiada, por ejemplo, en Cannes, es otro de los nombres más atractivos de la Sección Oficial. Ganador del León de Oro de Venecia por su tan dura como triste Las hermanas de la Magdalena, presenta Neds, su tercer largo, en el que regresa al Glasgow de su ópera prima, Orphans (1997).
El veterano (69 años) Raúl Ruiz, chileno afincado en Francia, es un habitual de los grandes festivales, mucho más que de las carteleras urbanas. En San Sebastián se verá Mistérios de Lisboa, folletín decimonónico que adapta la novela homónima del portugués Camilo Castelo Branco,
De las cuatro películas españolas que aspiran a la Concha de Oro, la más destacable de entrada es El gran Vázquez, cuarto largometraje de Óscar Aibar, que traslada a la gran pantalla la inclasificable vida de Manuel Vázquez, uno de los genios más evidentes del cómic español. Completan la participación nacional Aita, segunda obra del donostiarra José María de Orbe, y dos adaptaciones: Pa negre, de Agustí Villaronga, sobre la novela homónima de Emili Teixidor, y Elisa K., codirigida por Judith Colell y Jordi Cadena sobre la obra de Lolita Bosch.
La inevitable presencia asiática suma tres aspirantes: Akma-reul Bo-at-da, distribuida en inglés como I saw the Devil, ultraviolento thriller adscrito al subgénero venganzas sangrientas de Kim Ji-Woon; Genpin, de la japonesa Naomi Kawase, con una carrera cercana al documental, y Addicted to Love, del chino Liu Hao.
Tres filmes de la Sección Oficial optan además al premio Nuevos Realizadores: la ya citada Aita; Cerro Bayo, segundo filme de la argentina Victoria Galardi, y Satte Farben vor Schwarz, ópera prima de la alemana Sophie Heldman. Completan la lista de concursantes el marroquí Daoud Aoulad-Syad, con A Jamaâ, y el noruego Bent Hamer, quien también ha escrito y producido su sexto largo, Home for Christmas (Hjem til jul, en su título original).
Fuera de competición, junto al filme de la Premio Donostia Julia Roberts, se presentan en esta sección Bicicleta, cullera, poma, el documental de Carles Bosch sobre la lucha contra el Alzheimer del ex presidente catalán Pasqual Maragall, y la obra que cerrará esta edición el día 25: Elle s'appelait Sarah, octavo trabajo del francés Gilles Paquet-Brenner, que escarba en uno de los episodios más infames de la historia reciente de Francia: la gran redada contra los judios de julio de 1942 para ser entregados a los nazis.
La otra gran sección
Zabaltegi se configura cada año más como uno de los principales atractivos del Zinemaldia, especialmente cuando, como en la presente edición, la Sección Oficial presenta un perfil más bajo. De sus tres apartados, dos de ellos con sus propios galardones, por Perlas van a pasar algunas de las cintas más sobresalientes del año. En San Sebastián se verán, por ejemplo, Barney's Version, el filme de Richard J. Lewis con un espectacular Paul Giamatti al frente del reparto, que acaba de pasar por Venecia; Buried, de Rodrigo Cortes, elogiada por la crítica en Sundance y premiada en Deauville hace unos días; Exit Through the Gift Shop, el documental dirigido por Banksy, el grafitero más famoso del mundo, o Bal, del turco Semih Kaplanoglu, último Oso de Oro en Berlín. Las 12 perlas se disputarán dos premios concedidos por el público.
También aspiran a un galardón las 16 cintas de 18 países que se presentan en Zabaltegi-Nuevos Realizadores. Óperas primas (en 11 de los casos) o segundos trabajos, Europa Occidental y Latinoamérica concentran la oferta. Dos candidatas son españolas: Izarren Argia (Estrellas que alcanzar), primer largo del bilbaíno Mikel Rueda, y Blog, de Elena Trapé.
Completa Zabaltegi un apartado de Especiales con cuatro cintas, entre ellas las últimas y peculiares apuestas de José Luis Guerin (Guest) e Isaki Lacuesta (La noche que no acaba).
Rendidos a Julia
Nunca quizá se había rendido tanto al glamour el Premio Donostia, el homenaje del festival desde 1986 a la carrera de una gran figura del cine. Si Brad Pitt y Tarantino fueron el año pasado el principal imán, en esta edición nadie va a acercarse siquiera al número de flashes y fans que la más sonriente de las actuales emperatrices de Hollywood va a atraer en la capital guipuzcoana. El Kursaal se postrará ante Julia Roberts, la actriz más joven en obtener el Premio Donostia, el próximo lunes, cuando a las nueve de la noche reciba el galardón. Roberts, la eterna Vivian de Pretty Woman, con medio centenar de títulos en su carrera y un Oscar en 2001 por Erin Brockovich, presentará ese día Eat Pray Love, su último estreno, en que comparte pantalla con Javier Bardem.
Producción nacional
Quien desconozca qué se ha hecho el último año en el cine español puede ahora remediarlo con Made in Spain, la sección que resume en 19 películas, alguna de ellas inédita en nuestro país, el estado de la producción nacional.
El arco es tan amplio como para abarcar éxitos de taquilla como Celda 211, de Daniel Monzón, triunfadora de los últimos Goya; Que se mueran los feos, de Nacho G. Velilla, o [rec] 2, de Jaume Balagueró y Paco Plaza, junto a obras de directores renombrados (Habitación en Roma, de Julio Medem, o Nacidas para sufrir, de Miguel Albaladejo), estrenos (María y yo, de Félix Fernández de Castro) y propuestas experimentales (Fake Orgasm, de Jo Sol).
Otras apuestas
El Zinemaldia sirve también como escaparate del cine latinoamericano con dos secciones específicas: Horizontes Latinos, donde una selección de películas inéditas en España, 11 en esta edición, optan a un premio de 35.000 euros, y Cine en Construcción, la apuesta para facilitar la conclusión y estreno de largometrajes de ficción (siete esta vez) de estos países. Y Cine en Movimiento, el espacio abierto a los largos en final de rodaje o posproducción de cineastas del Magreb, países africanos lusófonos y países árabes en vías de desarrollo, llega el lunes a su sexta edición con cuatro ofertas, tres de ellas coproducciones con países de la UE.
Retrospectivas
No estarán Harry el Sucio y su Mágnum del 44, "el mejor revólver del mundo", pero el repaso a la obra del director estadounidense Don Siegel (1992-1991) va a ser exhaustivo. Un total de 36 filmes, más de la mitad de las obras que dirigió para cine o televisión, homenajerán a uno de esos realizadores del sistema de estudios que entre las décadas de los 50 y los 70 hizo arte de la artesanía de género. Y ahí quedan para demostrarlo obras que han devenido ya clásicos indiscutibles como la citada Harry el Sucio, La invasión de los ladrones de cuerpos, Código del Hampa o Brigada Homicida.
Junto a esta restrospectiva clásica, el certamen ha programado en las últimas ediciones otra temática que este año fija su vista en un género en auge, el documental, con 40 de las piezas más relevantes de la última década en este apartado, como Fahrenheit 9/11, de Michael Moore; Cinco condiciones, la vuelta de tuerca al Dogma que plantearon Lars von Trier, y Jørgen Leth; En construcción, de José Luis Guerín; o la mirada al motín del campo de exterminio nazi de Sobibor que dirigió en 2001 Claude Lanzmann, 22 años después de su Shoah, la obra maestra absoluta del cine sobre el Holocausto.
El cine vasco
Ocho largos y nueve cortos revisarán el panorama actual del cine vasco en la sección Zinemira. Además de los cinco largos que se estrenan destaca la presencia de 80 egunean, la historia de dos lesbianas de la tercera edad dirigida por Jon Garaño y Jose Mari Goenaga que ha sido una de las sorpresas de la producción cinematográfica de este año en Euskadi.
El cine vasco tendrá su día especial el próximo miércoles en la gala que acogerá el Victoria Eugenia. Allí se estrenará Prohibido recordar / Debekatuta dago oroitzea, el mediometraje documental de Txaber Larreategi y Josu Martínez que recuerda a las más de 2.000 reclusas que pasaron entre 1937 y 1944 por la cárcel franquista de Santurrarán. En la gala, el actor Álex Angulo recogerá el Premio Zinemira, que cada año destaca la trayectoria de una personalidad del cine de Euskadi.
Más información en la página 39
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