El PP se exhibe por Badalona con una eurodiputada de Sarkozy
Sánchez-Camacho y la política francesa callejearon por barrios de inmigrantes
Al Partido Popular (PP) le ha venido como anillo al dedo el conflicto desatado por Nicolas Sarkozy por las expulsiones de gitanos rumanos. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, tuvo que pedir en abril disculpas por haber repartido en Badalona un díptico que asociaba inseguridad a ciudadanos rumanos. Pero ayer volvió a lo grande a esa ciudad del cinturón de Barcelona haciendo de cicerone a la eurodiputada francesa, Maria Thérèse Sánchez-Schmid, del partido de Sarkozy. En un paseo de dos horas, la parlamentaria francesa vio colmada su curiosidad de saber si los barrios de Badalona sufrían los mismos conflictos que en su país generados "por los gitanos rumanos". Y su conclusión fue que sí.
"Los problemas que causan los gitanos son los mismos", dijo Sánchez-Schmid
"La situación es comparable. Son los mismos problemas de convivencia e inseguridad que en mi país", afirmó la eurodiputada de Perpiñán (Francia) de origen español y en un perfecto castellano junto al mercado del barrio de La Salut. Rodeada de un enjambre de cámaras y micrófonos, Sánchez-Schmid sostuvo que los gitanos "no viven con dignidad". "Nadie quiere expulsarlos. No es lo ideal, pero si no se integran, hay que buscar una solución. Hay que hablar con Rumania", dijo.
"¡Que los echen! ¡No hay trabajo para todos!", exclamó repetidas veces una vecina que ahogaba con sus gritos las declaraciones de las dos políticas. "¿Los gitanos rumanos? Es que son de otro planeta: ¡Roban, pegan y ensucian!", añadió un joven. Sánchez-Camacho apeló a la valentía del PP para abordar la situación y enojada, respondió con un seco "¿por qué?" cuando un periodista le planteó si estas visitas fomentan la xenofobia. "A alguien le parecerá electoralista pero mi obligación es hablar con la gente y no negar la realidad. El PP está por una inmigración legal y ordenada. Queremos un mayor control de las fronteras y evitar un efecto llamada", dijo.
Después, siguió la visita fraguada a primeros de mes cuando Sánchez pidió al diputado Santi Fisas visitar Badalona para comprobar si era verdad lo que decían los socialistas en Bruselas: que el presidente Zapatero no tiene en España los problemas de Sarkozy en Francia. En principio, el paseo debía de hacerse sin cámaras pero el jueves el PP anunció la convocatoria. Y la ruta se convirtió en una interminable sucesión de episodios relatados por vecinos que salieron al paso de la comitiva. Desde el caso de Antonia Cretu, rumana que lleva cuatro años en Badalona y que cargó contra sus compatriotas porque le han robado dos veces; al de un joven que salió a la calle a explicar que se censaron en su domicilio sin él saberlo siete ciudadanos rumanos, o el de una gitana catalana que explicó que los otros "romaníes" habían pegado a su hijo. Xavier García-Albiol, el edil del PP de Badalona acusado por otros partidos de fomentar la xenofobia, fue ayer el rey. Y Sánchez-Camacho cerró el paseo con esta frase: "Maite, ha sido un éxito".
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