Brazadas contra la pobreza

Marcos Díaz (Santo Domingo, 1975) ha unido los cinco continentes a nado para llamar la atención sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio que deberían alcanzarse para 2015. Desde el pasado mayo, ha conectado por mar Oceanía con Asia (de Papúa Nueva Guinea hasta Indonesia), Asia con África (desde las costas de Jordania a Egipto, convirtiéndose en el primero en realizar esta travesía) y, recientemente, África con Europa (a través del estrecho de Gibraltar) y Europa con América: el pasado 27 de agosto, completó el recorrido que une la isla rusa de Big Diomede con la de Little Diomede, en Alaska (EE UU).

Ahora, se prepara para su quinto y último nado, quizá el más simbólico. El día 15 nadará desde la Estatua de la Libertad a la sede de la ONU en Nueva York, donde el 20 de septiembre comienza la cumbre sobre los Objetivos del Milenio. Allí entregará al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, un libro con más de 200.000 firmas a favor el cumplimiento de las promesas que los gobernantes hicieron en 2000.

Pregunta. ¿Qué pretende conseguir con esta gesta?

Respuesta. En los Objetivos del Milenio la principal necesidad que existe es la concienciación. Así puedes generar dos efectos: que logremos entender el tema para poder presionar a los gobernantes a tomar las decisiones correctas, y promover acciones individuales que ayuden a nuestras naciones. Es un compromiso personal que no finaliza al terminar las travesías. El tema social va mucho más allá. La fundación Marcos Díaz continúa.

P. ¿Cómo fue la última travesía?

R. Fue la más difícil. La distancia no era muy larga, pero el agua estaba a unos dos o tres grados centígrados, demasiado fría para alguien que entrena en el Caribe. Además, tuve que enfrentarme a fuertes corrientes en un mar con morsas y orcas y pedir a mi entrenador que estuviese atento. Fue mi primer nado hacia el pasado: salí de la costa rusa el 27 de agosto, y llegué a EE UU el 26.

P. ¿Se puede elegir una travesía como la más especial?

R. Todas tienen una particularidad que las hace especiales: fueron cuatro escenarios distintos en las características del agua, pero también en la gente y las necesidades de los pueblos. Se unieron los continentes nadando, se demostró que los países estamos unidos por la urgencia del cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Además, no consistía en que Marcos llegaba y nadaba. Antes pasábamos unos días, hasta una semana en las capitales con reuniones, conociendo vivencias.

[Se puede apoyar la causa de Marcos Díaz en la web www.yonadoconmarcos.com].