El Banco de España advierte del riesgo de nuevas crisis financieras

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, está satisfecho de lo que se ha hecho hasta ahora para combatir la crisis, que ha tenido "una intensidad sin precedentes". Admite una mejoría de los mercados mayoristas de financiación, pero pide cautelas. "Es evidente que todavía no pueden descartarse por completo potenciales nuevos episodios de inestabilidad financiera a nivel internacional que obstaculicen la normalización de los mercados. Por lo que bancos y cajas deberán seguir fortaleciendo su estructura de financiación", advirtió ayer Ordóñez.

En la presentación del Centro PwC-IE del Sector Financiero, el gobernador calificó de "inexcusables" e "imprescindibles" las reformas fiscales del Gobierno para lograr la estabilidad de las finanzas públicas. Los objetivos macroeconómicos se deben cumplir estrictamente, insistió.

Sin embargo, recalcó: "Queda mucho por hacer". En la lista de peticiones, el gobernador del banco central español sitúa en la cima a la reforma del sistema de pensiones. "Se debe mejorar la equidad del sistema y garantizar su viabilidad", dijo. Además, pidió que se adopten reformas estructurales "que incentiven la creación de empleo, faciliten el trasvase de recursos hacia actividades más productivas y aumenten la productividad y eficiencia de la economía".

En relación con la reforma laboral aprobada ayer en el Parlamento, Ordóñez cree que hay "avances positivos", pero la considera insuficiente. "Habrá que seguir haciendo cosas", afirmó. Pidió que las posibilidades que ofrece la actual reforma "se aprovechen al máximo".

En conclusión, consideró que "lo que hace falta es seguir manteniendo la tensión reformadora, no caer en la denominada fatiga reformista hasta que no se hayan normalizado los mercados y se vea una recuperación sostenida del crecimiento". En este sentido, Luis de Guindos, presidente del Centro PwC-IE, pidió al Gobierno firmeza en la política económica y la reducción del déficit para ganar la confianza de los mercados.

Fernández Ordóñez también pone tareas, y muy severas, a los bancos y cajas. "Nuestro sistema tendrá que esforzarse para reforzar su capital y crear colchones de liquidez en los próximos años". Aunque comentó que el alza de la morosidad se ha detenido, recuerda al sector que las nuevas normas prudenciales "supondrán un aumento del 2% en el nivel de provisiones en 2010". Respecto al mercado inmobiliario, explicó que el ajuste puede continuar durante un tiempo e insiste en que hay que cerrar oficinas y reducir plantillas.

Según los cálculos del supervisor, las cajas acogidas a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) prescindirán de entre el 10% y el 30% de sus sucursales y entre el 11% y el 27% del personal, según los casos.

Ordóñez insistió en que las entidades deberán buscar más capital y dice que las cajas han tenido peor comportamiento que los bancos en la crisis por carecer de disciplina de mercado. Confió en que las cajas ahora sí se sometan al control del mercado tras las reformas legales. Por último, citó la necesidad de incrementar la liquidez y pidió que el sector se prepare para las importantes consecuencias de las reformas de la reglamentación internacional que están por llegar.