Hereu se reafirma como candidato y reta a sus rivales del PSC a primarias

Un paso al frente. Eso es lo que pidió ayer el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, a quien quiera presentarse como candidato para las elecciones de la próxima primavera. Él lo hará y reta a sus rivales dentro de su propio partido a que se mojen. Es decir, a ir a un proceso de primarias. "Me extraña que no expliquen sus proyectos, será que o no tienen proyectos o no tienen ideas, o no las quieren explicar", afirmó al preguntársele si será el candidato del Partit dels Socialistes (PSC), ante las corrientes de opinión de la cúpula de su partido partidarias de preparar otras alternativas para no perder Barcelona (véase EL PAÍS de ayer).

Hoy por hoy, el alcalde cuenta con el apoyo de su grupo municipal y el de la federación de Barcelona, presidida por Carles Martí, que fue su mano derecha en el Ayuntamiento hasta el fiasco de la consulta de la Diagonal. "El único candidato que hay ahora es el alcalde y es el nuestro y le apoyamos", reafirmaba Martí ante las informaciones que dejan al alcalde en la cuerda floja. Pero el distanciamiento que hay entre Hereu y la federación, por una parte, y la cúpula del PSC, por otra, es cada vez más evidente.

El edil exhorta a los regidores municipales a trabajar con ganas

Mientras los primeros dan pasos para intentar afianzar la posición de Hereu -ayer la federación de Barcelona presentó una precampaña y hoy celebra el consejo de la federación, que culiminará con un informe político que presentará el alcalde-, dirigentes del PSC insisten en que la designación del candidato no se hará hasta tener el resultado de las elecciones autonómicas.

Si el revés socialista en las autonómicas fuera monumental, el PSC optaría por pesos pesados, candidatos que puedan liderar otro proyecto, otras ideas, para de esa manera lograr cohesionar y motivar al electorado . Los consejeros Antoni Castells (Economía) y Montserrat Tura (Justicia) son los que más suenan, así como el ex consejero y ex concejal de Cultura Ferran Mascarell. "Pues a mí no me han dicho nada", insistía Martí al preguntársele sobre el aparente divorcio entre la federación y lo que se cuece en los despachos de la calle de Nicaragua y en el Palau de la Generalitat.

La posibilidad de convocar primarias ya no se ve tan remota, ni en la federación barcelonesa ni en la cúpula del PSC. "Lo importante son las ideas, el proyecto. Luego está el candidato, que también es importante", afimó Martí de forma lacónica. Dirigentes del PSC también ven con buenos ojos que el candidato se decida en primarias. Algunos recuerdan, en este sentido, la batalla socialista por Madrid.

A todo esto, el alcalde intenta mantenerse inmutable. Pone el acento en la política de proximidad después del descalabro de la Diagonal y de las últimas encuestas. No puede evitar, sin embargo, disimular su contrariedad cuando lo primero que se le pregunta -esté donde esté- es si será el candidato en las municipales. Las instrucciones que ha dado a sus colaboradores son que hay que seguir trabajando e intentar aislarse del ruido político. "Algo difícil", reconocen algunos de ellos cuando el vocerío sube de tono.

Hereu insiste en destacar lo positivo de la labor de su gobierno. Como ayer, por ejemplo, en una visita a una nueva guardería en el distrito de Sants. Barcelona estrena este curso 10 guarderías municipales y, con 72 centros públicos, es la ciudad española con más oferta de plazas públicas.

Por eso y por la evidencia de que el ánimo de sus tropas está bajo, hoy ha convocado una comisión de gobierno extraordinaria. La consigna está bastante clara: "a trabajar", por encima del campo de batalla político, marcado por la confección de listas y las municipales de la primavera en el horizonte. Y con la misma idea se dirigirá hoy a la asamblea de la federación de Barcelona y expondrá su informe político.

La federación de Barcelona también aprobará hoy sus candidatos a figurar en la lista del PSC para las elecciones autonómicas. Será esta federación la que proponga los nombres de dos de las apuestas renovadoras impulsadas por José Montilla: Laia Bonet, actual secretaria del Gobierno catalán, y Jaume Collboni, jefe de la campaña electoral socialista.

También planteará la continuidad del portavoz del PSC, Miquel Iceta, y de Joan Ferran, Lidia Santos, Higini Clotas y Rocío Martínez Sampere. Algunas agrupaciones de Barcelona también han respaldado la permanencia en el Parlament del diputado Daniel Font y la incorporación del líder de las juventudes socialistas Javier López. En cambio, la federación de Barcelona no ha propuesto la inclusión en la lista de Ernest Maragall. Fuentes de la dirección aseguraron que si no lo han hecho es porque el consejero de Educación no se lo ha pedido. Maragall ha tenido en los últimos meses varios desencuentros con Montilla. El más notorio fue cuando calificó al tripartito de "artefacto inestable". Fuentes de la federación barcelonesa insistieron en que la no inclusión de Maragall no debe interpretarse en clave de castigo. Pero que su federación no proponga a Maragall no quiere decir necesariamente que este no vaya a ser diputado. La sectorial de Educación del partido sí ha puesto el nombre del consejero encima de la mesa y la comisión de listas tendrá que evaluarlo.

También han aprobado sus propuestas otras federaciones. Así, la de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) ha decidido por unanimidad que Celestino Corbacho, David Pérez, Mercè Perea, Dolors Fernández, Jaume Graells, Mireia Flores y Néstor Cabañas sean los candidatos del PSC.