Rafael Blanco pregunta por la supresión de las primarias
Rafael Blanco, el otro nombre en liza que se barajaba para ser candidato socialista por Córdoba, hizo ayer un paralelismo entre la situación que vive el PSOE cordobés y el madrileño, enfrascado en unas primarias y donde se está produciendo un debate "muy interesante que corresponde a una controversia similar". En todo caso, Blanco no pidió abiertamente la celebración de primarias dentro del PSOE cordobés, que ayer comenzó el proceso de elección, aunque sí se preguntó por qué es así: "Los partidos se dotan de unas reglas y el PSOE tiene una en sus estatutos muy clara, que son las primarias, pero, en este caso, el partido ha decidido exceptuar de ellas a Andalucía, por petición propia, con lo que no hay nada más que hablar. Pero yo dejo la pregunta en el aire".
Por la mañana, antes de que se celebrasen las reuniones de la ejecutiva municipal de su partido para designar la propuesta de candidato, Blanco compareció ante los medios con el mismo discurso que ha seguido en los últimos meses. "Quizás he hablado demasiado", reconoció. En todo caso, insistió en que era el único que había proclamado públicamente su deseo de ser candidato y que seguía esperando que los militantes reconociesen su labor en el Ayuntamiento. Y esa apuesta la piensa mantener hasta el último segundo. "Los hombres del deporte sabemos que los partidos se juegan hasta el último minuto", dijo. "Y yo soy de los que se entrega más a fondo en las prórrogas".
En el caso probable de que pierda este juego, Blanco afirmó que no piensa abandonar su cargo. "Me eligieron para cuatro años y dije que estaría cuatro años. Eso es lo que voy a hacer". Blanco pidió "respeto" para su trabajo, "de la misma manera que yo respetaré la decisión de mi partido".
