"El mercado energético se mueve deprisa. Hay que saber apostar"

Quizá no se ha fijado, pero por Madrid, Barcelona y por otras ciudades no es extraño cruzarse con furgonetas que llevan estampada en su carrocería la palabra "Cofely". Es una marca desconocida para el gran público, pero en España emplea a más de tres mil personas y factura 370 millones. Pertenece al gigante francés GDF Suez, y es la carta de presentación de su división de Servicios Energéticos. Trabajan en el negocio de la eficiencia. Instalación eléctrica en grandes compañías, climatización a gran escala... "Somos potentes en España, y aún queremos crecer más", explica confiado Jérôme Tolot. Este ejecutivo de 58 años, director general de Servicios Energéticos GDF Suez, trabajó en sus inicios en consultoría y banca. Tras pasar por varias multinacionales, en 2002, fue nombrado vicepresidente de Suez. Tras la fusión con GDF, se convirtió en responsable de servicios y miembro del comité ejecutivo del conglomerado.

"El sector de la energía hoy parece tranquilo, pero siempre se mueve"

"Tener al Estado francés de primer accionista no nos da ventaja"

Pregunta. ¿Será posible crecer en España en crisis, teniendo en cuenta que el negocio de Cofely está muy unido al crecimiento empresarial y la construcción?

Respuesta. Estamos pegados a la construcción, pero muy diversificados. Ofrecemos sobre todo servicios centrados en la eficiencia, y eso supone ahorrar. Cuando le dices a un cliente reacio a escuchar que le ayudarás a ahorrar, le interesan tus servicios. Trabajamos por ejemplo para hospitales, y sabemos que, una vez nos contraten, seremos capaces de reducir notablemente su gasto de electricidad entre un 15% y un 25%. También trabajamos para centros tecnológicos, teatros, gran administración, hoteles, edificios de oficinas, externalización de mantenimiento de grandes empresas... Es cierto que la crisis no es buena para nosotros, pero no olvide que en España hay objetivos estatales muy claros de mejorar la eficiencia de los edificios.

P. Ya ha pasado un tiempo considerable desde que GDF y Suez se fusionaron. ¿Sigue pensando que fue una buena idea?

R. ¡Obviamente sí! Rotundamente. Funciona bien. Tan bien, que hoy ya no es posible saber cuál es la gente de GDF y cuál es la de Suez. Si escoges a mi equipo, hay gente de ambas empresas, y hoy no sabría diferenciarlos. Nuestras culturas se han fusionado, nuestros objetivos y nuestra visión internacional.

P. GDF Suez es sinónimo de gigante del agua y el gas. La división que usted dirige es más desconocida. ¿Será algún día tan importante como otras?

R. Servicios Energéticos genera ya cerca del 20% de las ventas de todo el grupo. Eso supone casi 14.000 millones de euros de ingresos el pasado año. Acumula el 30% de los empleados del grupo. Como la división exige poca inversión (comparada con otras del grupo), el beneficio por trabajador es muy alto y crecemos un 5% al año, a pesar de cómo está la economía. Somos número uno en Francia, Bélgica, Italia... Creo que eso significa un gran potencial.

P. ¿Es España el mercado más complicado al que se enfrentan en los próximos ejercicios?

R. Está España, cierto. Pero también Grecia, Holanda, Reino Unido...

P. Solo apunta a sus planes en Europa. ¿Buscará negocio también fuera?

R. No es nuestra área de interés principal. Nos concentramos en algunos lugares de antigua influencia francesa, como Tahití o La Reunión... En Dubai ganamos un contrato para el mantenimiento de la torre más alta del mundo. Tenemos algún trabajo en Singapur, Shanghai y en puntos concretos de India y de Brasil. Pero Europa es el corazón de nuestro negocio y de aquí provienen el 90% de las ventas.

P. Y con Europa en crisis, ¿no sería mejor concentrarse en países emergentes?

R. Europa es un mercado vital, aunque sea maduro. Siguen construyéndose hospitales, centros tecnológicos..., y sobre todo hay mucho por hacer en el concepto de ciudad verde.

P. ¿Y los Gobiernos prestan tanta atención a crear ciudades verdes como cuando la economía crecía imparable?

R. Está claro que la crisis ha hecho que se reduzca el debate sobre cómo deberían ser las ciudades en las que vivimos. Pero cuando les explicas a los responsables de un municipio que lo verde se traduce en ahorro, te escuchan, igual que las empresas.

P. ¿Cuál es su mayor competidor en España?

R. Es un mercado duro. Están sobre la firma francesa Dalkia y las españolas ACS y Acciona. Los concursos públicos son reñidos.

P. ¿Y cómo inclinan la balanza a su favor?

R. Normalmente, por precio y eficiencia. Diría que somos muy competitivos.

P. ¿Y tener al Estado francés como principal accionista no es también un buen respaldo?

R. No es una ventaja. Tampoco una desventaja. Simplemente es un accionista. Y los negocios son los negocios. La energía es un mercado duro.

P. ¿Qué tal se llevan con Agbar?

R. Tenemos muy buena relación. Tanto con Agbar como con La Caixa.

P. En España hay un debate continuo sobre si se debe o no darse subvenciones a las eólicas o solares. ¿Deben los Gobiernos pagar su producción?

R. Creo que los Gobiernos en toda Europa deben apoyarlas hasta que, gracias a su desarrollo, su coste se reduzca y sean competitivas. Por ejemplo, el precio de las cédulas fotovoltaicas se ha reducido muy deprisa. Serán rentables. Quizá solo hagan falta cinco años más. Las energías siempre necesitan apoyos para sus primeros pasos, como ocurrió también con la nuclear, que hoy es barata pero costó muchas inversiones. Lo que no deberían olvidar es que la eficiencia energética es también una forma de energía verde. Es la energía que no se gasta.

P. Tienen casi 3.000 empleados en España. Muchas multinacionales se quejan de que hay un mercado laboral inflexible. ¿Hacía falta una reforma laboral?

R. No soy experto en este mercado laboral ni en su reforma, y solo puedo hablar de mi experiencia en Cofely. Nosotros generamos mucho empleo técnico. Trabajamos con chavales jóvenes y les ofrecemos experiencia. Es muy difícil encontrar buenos técnicos en este mercado. ¡Nos resulta muy complicado! Así que debemos hacer enormes esfuerzos por encontrar a gente, formarla y mantenerla.

P. ¿No encuentran trabajadores en un país con tanto paro?

R. Buenos técnicos, hay pocos. Y para atraer a los mejores, cuando ofreces una empresa como Cofely, primero tienes que hacer un gran ejercicio de venta: explicarles qué es la eficiencia energética, qué les ofreces y asegurarles que es un sector con futuro en el que podrán hacer carrera.

P. El mercado energético estuvo muy animado años atrás, con opas y contraopas. ¿Ahora ha llegado a la estabilidad?

R. Hay que ser cauto, porque el mercado se mueve siempre. Quizá no hoy, pero puede que mañana o pasado vuelva a estar animado [risas]. Es cierto que la crisis ha impactado en el mercado energético, porque el consumo energético cae. Pero sin duda se mueve. Porque cambia. Ahora hay muchas opciones encima de la mesa: eólica, solar, biomasa... Tienes que estar seguro de explorar todas las opciones, porque nadie sabe qué pasará y qué dominará el mercado en diez años.

P. ¿Hay que saber adivinar el negocio futuro?

R. Hay que estar atento sobre todos los negocios, porque todo se mueve muy deprisa en el mundo de la energía. No solo se trata de Europa: China, México... Todos los países innovan. Ahora están todos los ojos puestos en la inspección petrolífera bajo el mar. Hay que estar atento, para saber apostar por todos los negocios del futuro. -