_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Manu

Juan Cruz

Dice Manu que los periodistas somos unos quejicas. Lo dice desde la autoridad que le permite ser conocido sin necesidad de que se diga que se apellida Leguineche. Es muy grande. Cuando la gente se devanaba los sesos tratando de introducir en España los esquemas del "nuevo periodismo", ya él hacía ese periodismo, ni nuevo ni viejo. Periodismo. No hay otro. Él dice que el periodismo será siempre lo que fue; cambiarán los formatos, los soportes, pero si el periodista no tiene un buen equipaje de amor para desarrollar el oficio (y para documentarlo) dará igual como lo llamen: no será periodismo.

Es un refresco para el oficio verle y escucharle; en tiempos como estos, en que todo el mundo se pregunta qué nos pasará en el futuro, su voz de anteanoche en el Telediario 2, de TVE, dejó claro lo que nos pasa: que no nos pasa nada, o que nos pasa tan solo que somos unos quejicas. Frente a tanta dramaturgia de las crisis lo que tenemos que hacer es periodismo. Y punto. Otro maestro del oficio, Augusto Delkader, suele decirlo: "En caso de duda, haz periodismo". Y eso vino a decir Leguineche. En una conversación que él hizo espartana, como él ha sido siempre, fue acompañado por sus colegas Diego Carcedo y Evaristo Canete; Canete es aquel hombre que le sostuvo la mirada al drama en tantos acontecimientos mundiales (y entre ellos, el que ocurrió en Nevado del Ruiz y dio de sí las imágenes tremendas e inolvidables de la niña Omay-ra). Les llevó a Brihuega, a encontrarse con Manu, Vicente Romero, otro veterano de estas batallas.

Le fueron a ver porque a Manu le entregan ahora el Luca de Tena de Abc y porque está a punto de fallarse el premio internacional que lleva el nombre de Leguineche. Para los que esperamos que la tele sirva para mensajes así, la presencia de Manu en la pantalla, con su sombrero panamá, junto a un vaso de vino, sonriendo a la cámara, ironizando sobre la banalidad de nuestras quejas, resulta una razón más para amar este medio, la tele, al que él ha regalado tiempo, oficio y talento. Y sentido del ritmo informativo, que es como la música que alienta detrás de tantos reportajes y de tantos libros que en realidad son manuales para que dejemos de quejarnos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_