Los accidentes de tráfico bajan un 22%, pero las muertes se mantienen

Un total de 1.144 accidentes de tráfico se produjeron en las carreteras vascas durante los meses de julio y agosto pasado, lo que supone un descenso de casi el 22% respecto a la registrada en el mismo periodo de 2009. En dos terceras partes de los siniestros no se registraron víctimas y en la mayoría del resto, solo heridos leves. La operación verano se cerró con 53 víctimas graves y cinco fallecidos en las carreteras interurbanas. La cifra de fallecidos es idéntica a la del verano del año pasado y es el único indicador que no experimenta una mejora. La evolución histórica, sin embargo, no ha dejado de ser positiva. Hace justo una década, las muertes fueron 36 y los heridos graves, 189.

El coste estimado de los siniestros se ha reducido en 80 millones desde 2000

El reparto por territorios es desigual y no guarda relación con la población. Casi la mitad de los accidentes se registraron en Guipúzcoa, donde además perecieron tres de las cinco víctimas mortales. En el acumulado del año son ya 33, siete menos que en 2009. Las salidas de calzada y las colisiones por alcance fueron los siniestros más habituales, motivados sobre todo por distracciones al volante y excesos de velocidad, según concretó ayer en Bilbao la directora de Tráfico, Amparo López.

Dos terceras partes de los vehículos implicados en accidentes fueron turismos y un 11% motos, cuya siniestralidad ha sido la única que se ha incrementado en los últimos años. Un 67% de los heridos fueron varones y su edad media ascendió a 39 años, 12 más que en el acumulado de 2010. López se felicitó porque el 98% de los viajeros utiliza el cinturón de seguridad, aunque admitió que el descenso en el número de siniestros no se tradujo en una reducción de las retenciones en las carreteras vascas, que se mantuvieron estables respecto a veranos anteriores. Guipúzcoa y Álava fueron los territorios más afectados.

La mejora de la seguridad sí redundó en un menor coste de los accidentes. Según las estimaciones oficiales, el coste económico global de estos accidentes y sus consecuencias asciende a casi 20 millones de euros, apenas una quinta parte del que suponían los siniestros hace una década.

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se felicitó por la "drástica" reducción de accidentes. El único lunar se registró en las vías urbanas, donde perecieron tres personas, dos más que en el verano de 2009.