En busca del epicentro 'cool'
La autoprogramada "segunda pasarela de España", que comenzó ayer en Feria Valencia, es un sismógrafo de las nuevas tendencias
No sólo hay que serlo, hay que parecerlo. La autoproclamada "segunda pasarela de España", la Valencia Fashion Week, que comenzó ayer en Feria Valencia, se muestra como sismógrafo de las tendencias configuradoras de eso llamado Moda. No arquee las cejas. Y aquí estamos, en la masa de pruebas, esperando que la inercia de las colecciones de como resultado un interesante sismograma. ¡Glups! ¿No nos habremos equivocado de epicentro?
Abrió fuego el abertzale del "no patronaje", el bilbaíno Sinpatron, con un trabajo muy lúdico y atrevido, resuelto en prendas oversizes, mallas y faldas para ellos. Para psycofans de las figuras imposibles.
A continuación, los catalanes Zazo & Brull, se estrenan en esta pasarela con la colección Je regrette, un trabajo intimista que establece con el espectador un diálogo de opulenta simplicidad.
Sinpatrón ofrece un trabajo lúdico de prendas 'oversize' y mallas
Álex Vidal se decanta por trajes, chaquetas cortas y monos
Unas piezas que son toda una descripción de un muy particular estado del alma. Simetrías y capas en prendas estructuradas, en cortejo con líneas pegadas al cuerpo, obteniendo una inusual silueta. Colores suaves como el amarillo, rosa palo, gris y negro.
El estilo burlesque, tan de moda en los clubs más bizarros y canallas, salta a la pasarela de la mano de nuestra dominatrix favorita, Maya Hansen y sus edulcorados Chantilly Dreams.
Ya saben. Corsés con inspiración retro, resueltos en tafetanes, sedas naturales y mucho raso. Demencia libertina -yejejei- de baja intensidad ruborizada en tonos pastel, champagne y rosa palo. Más Molière que Marqués de Sade.
La pasarela es de quien la trabaja. Tonuca, una habitual de esta semana, investiga en la belleza como concepto que no se sostiene en lo unívoco, sino en lo poético. Unas prendas, que con sus cortes arquitectónicos y paleta de color contenido, parecen sondear las simas más recónditas de la melancolía, y que hacen de la presentación de su colección, aunque anclada en la estructura convencional del desfile, esté envuelta en gran sensibilidad.
La recorrida línea T vuelve a ser protagonista una temporada más de la colección del valenciano Alex Vidal. El diseñador se decanta por un elegante minimalismo, distanciándose de los excesos habituales de otras colecciones. "Un café au lait, s'il vous plaît": Trajes sastre que permutan en bermudas, pantalones de pinza terminados en pitillos, chaquetas cortas, y monos mini muy monos. Todo en gris y blanco. Ovación.
Mención aparte el desfile "golfo" del Off, Recitrans una suerte de versión bigger than life del reciclaje. Esperen lo esperado: modelos con bolsas de papel y bricks de leche. ¡Ejem! Son apuntes de intensidad media, una serie de parámetros que intentan capturar algo que, de momento, se me escapa.
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