Baleària y Grimaldi se disputan la nueva terminal

Uno de los proyectos que se gestan en el puerto tiene como escenario el Moll Costa (véase gráfico). Allí, la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), que preside Jordi Valls, impulsa una nueva terminal de Sea Shipping (SSS), lo que significa potenciar las autopistas del mar: de ella saldrán líneas marítimas regulares que transportarán pasajeros y carga, con el fin de despejar de camiones las carreteras y apostar por un transporte menos contaminante. Barcelona ha establecido estas líneas con destinos en Italia y el Norte de África.

Tras haberse declarado desierto un primer concurso, con unos nuevos pliegues sobre la mesa el puerto ha recibido dos ofertas, de Baleària y de Grimaldi. "Para nosotros sería interesante contar con una terminal propia en el puerto, es lo que buscamos", señalan fuentes de la primera de estas navieras, que ahora operan sus tres barcos con rutas diarias a Mallorca, Menorca e Ibiza desde la terminal Drassanes. Grimaldi lo hace en la de Transmediterránea.

La inversión en la construcción de la estación marítima, la pavimentación de la terminal y la instalación de pasarelas de conexión rondará los 20 millones.

Este verano, el puerto ha aprobado otro proyecto que reforma su recinto, en este caso el Moll de Pescadors, que concentra la actividad pesquera y que acarreará un desembolso de 10,5 millones. El proyecto (se licitará este septiembre) busca modernizar las instalaciones y abrir el espacio a los ciudadanos. Así, en la nueva lonja se construirá una pasarela y un balcón desde el que los ciudadanos podrán ver las subastas de pescado. Ahora el acceso es restringido. La idea es convertirla en un nuevo atractivo turístico.