"La caja no ha sido ni negligente ni especulativa"

Mario Iceta (Gernika, 1965) ya tiene la mancha de Cajasur en su currículo. El recién nombrado obispo de Bilbao es uno de los que carga con el expediente disciplinario abierto por el Banco de España en julio. Entró en el consejo de administración de la entidad cordobesa en 2005 y permaneció allí hasta que en febrero de 2008 fue nombrado obispo auxiliar de Bilbao. Fue uno de los nombres que en su día se barajaron para presidir Cajasur tras la salida de Miguel Castillejo.

Cuando esta semana se ha conocido el nombramiento definitivo de Iceta como obispo de Bilbao su pasado en Cajasur y el expediente del Banco de España se incluyeron en las reseñas biográficas sobre el sacerdote.

En una entrevista con este periódico, Iceta defiende a la caja cordobesa. El prelado relaciona el final de la entidad con factores exógenos. "Cajasur, con esta crisis, como tantísimas cajas, ha tenido que ser fusionada o absorbida", sostiene Iceta. "Las cajas de la Iglesia han crecido hasta que Cajasur se convirtió en la segunda caja de Andalucía", señala el obispo en referencia a la trayectoria de la entidad intervenida.

Respecto a las causas por las que Cajasur ha acabado en manos de la BBK, Iceta niega que detrás esté la especulación urbanística: "La caja misma acudió al FROB. La caja ni ha sido negligente, ni ha sido especulativa, eso no es propio de las cajas".

Iceta no admite más preguntas sobre su pasado en Cajasur. ¿La especulación inmobiliaria es pecado? "Esta entrevista es sobre mi nombramiento y no sobre la especulación inmobiliaria. Lo que dice la Iglesia es que el centro de la actividad económica es la persona, no el capital. Por eso la crisis es un problema ante todo moral y antropológico, porque se ha puesto por delante el ganar por ganar. El que busca beneficio a todo trapo no sigue la ética. La codicia es efectivamente un pecado".