El retorno del miedo
Vuelve el miedo a la Bolsa. Y eso se traduce en la huida de los inversores hacia activos más seguros: francos suizos (en niveles inéditos en los últimos años), oro (cerca de máximos históricos, por encima de los 1.200 dólares por onza) y deuda pública alemana y estadounidense. La rentabilidad del bono alemán está en niveles mínimos desde la caída del Muro: desde que hay datos en los monitores de Bloomberg. Esta vez, el miedo aparece por varios flancos: el hundimiento de la venta de viviendas en Estados Unidos y el aumento del déficit público alemán, entre otros indicadores, alentaron ayer el pesimismo acerca de una posible recaída en la recesión y las Bolsas de todo el mundo lo notaron, con caídas que oscilaron entre el 1% y el 2% en las principales plazas, y que se fueron hasta el 6% en el caso de Irlanda, cuyos bancos podrían necesitar nuevas inyecciones de capital.
La Bolsa española no fue ajena a esa oleada de malos augurios y tras el oasis del pasado lunes volvió a las pérdidas: el Ibex se dejó el 1,65%, con 34 de los 35 valores en negativo. Solo se salvó de la quema Ferrovial. Varios valores registraron descensos superiores al 4%: Sacyr Vallehermoso, Tele 5, Gamesa y Abengoa. Santander se dejó el 2,4% -lo ganado en la jornada anterior- y Telefónica retrocedió menos, el 0,7%. Pese a que el mercado de deuda tuvo una jornada plácida por el éxito de la subasta de letras del Tesoro, el Ibex solo pudo conservar por los pelos la cota psicológica de los 10.000 puntos, y en varios momentos del día cotizó por debajo de ese listón. Lo malo tiende a ir a peor: la mayoría de los analistas prevé para otoño una segunda vuelta de datos macroeconómicos negativos. Es decir, malas noticias adicionales.
Los demás parqués europeos tampoco tuvieron su mejor día: Londres bajó cerca del 1,5%; París, el 1,75%, y Francfort, el 1,26%. Pero el resto de mercados tampoco se libró de la tensión. El euro sigue anclado en torno a los 1,26 dólares por unidad, pero el yen japonés empieza a encender todas las alarmas: cotiza en máximos con el dólar y el euro, lo que ha desatado las presiones para que el banco central japonés intervenga con el objetivo de detener ese ascenso imparable. Y el petróleo sigue castigado por la debilidad económica mundial: el barril de brent, la referencia europea, se dejó más del 1% y ya se acerca a los 70 dólares. Y bajando.
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