"Me ficharon por cómo subo por mi carril"
No para quieto. Ni siquiera cuando se sienta. Mueve las piernas, se retoca las gafas de sol Ray-Ban, se abrocha y desabrocha el tercer botón de una camisa a cuadros que deja al descubierto una camiseta blanca interior y se ajusta los pendientes, bien grandes y brillantes. Daniel Alves (Juazeiro, Brasil; 1983) realizó cinco días de pretemporada, se marchó a disputar 90 minutos en un partido amistoso con Brasil y, al regreso, se reunió con el técnico del Barça, Pep Guardiola. "Mister, puedo jugar lo que quieras", le soltó antes de la ida de la Supercopa (3-1) frente al Sevilla, su ex equipo, en el Sánchez Pizjuán. Corrió durante todo el partido. Hoy volverá a adueñarse del carril derecho del Camp Nou.
"Entre los jugadores, Guardiola tiene crédito ilimitado. Es increíble y hay que disfrutarlo"
"El físico no se echa en falta cuando tienes el balón, sino cuando debes recuperarlo"
"Para continuar en esta profesión y en el Barça hay que seguir ganando"
"La meta es la final de la 'Champions'. El año pasado fallamos en las semifinales"
Pregunta. Dice Guardiola que lo de usted no es normal, que nunca se cansa.
Respuesta. Es que en el momento que no pueda correr más me retiro. Para mí, es como si hubiera empezado a jugar ayer. Es cierto que el físico me acompaña, pero también se trabaja. El fútbol es mi profesión y tengo mucho cuidado con todo lo que hago. Duermo bastante, como bien, descanso..., pero eso no quiere decir que no me tome una cerveza de vez en cuando, ¿eh? Es bueno y saludable. Pero sin excesos.
P. ¿Trabajó el físico después del Mundial?
R. Algo hice. Si paras la máquina mucho tiempo, luego cuesta horrores arrancarla de nuevo. Pero también me relajé en Bahía (Brasil) con la familia o con Iniesta en Porto Cervo (Cerdeña). Lo que no hice fue jugar a la pelota. ¡Ni verla! Pero con perseguir a mis hijos, de tres y cuatro años, ya ganas mucho físico y puedes subir unas cuantas veces la banda.
P. Precisamente, dicen los más críticos que usted, a veces, descuida la retaguardia con sus ascensiones. ¿Qué opina?
R. La gente es libre de opinar, pero este es un juego colectivo. Si subes la banda, otro te coge el sitio. Se hace todo entre todos. Ahora te echo una mano, ahora hablamos, ahora te doblo, ahora me quedo en el puesto... Yo me entrego en el campo y lo que diga la gente me importa un pimiento. A mí me han fichado por mi forma de vivir el fútbol, por cómo subo por mi carril.
P. Con Brasil, en cualquier caso, también jugó como mediocentro, volante e interior. ¿Es una solución para Guardiola en caso de apuros?
R. Si eso sirve para ayudar, vale. Mi prioridad es ser lateral. Pero estoy para el equipo, para lo que se me diga. No voy a crear ningún problema. Me manejo bien por varios sitios del campo. Aunque, cuando juego de extremo, a veces el campo se me queda corto porque estoy acostumbrado a carreras más largas y porque no son los mismos movimientos, las mismas referencias. Pero es lo que hay. En Brasil juego más adelantado porque con Maicon nos hemos juntado dos grandes laterales y cada uno se tiene que buscar su espacio. Y en el Barça, de momento, es el de lateral.
P. ¿Todavía le remarca Guardiola muchos aspectos tácticos del juego?
R. Sí, claro. Con Pep siempre te queda algo por aprender. Tanto táctica como humanamente. Y no me canso de que me enseñe. Tiene las claves que buscas. Los futbolistas ya nunca podremos perder la confianza en él. Sus conceptos son los mejores que he vivido. Entre nosotros, tiene crédito infinito. Es increíble y, pase lo que pase, se gane o se pierda, debemos disfrutarlo.
P. Ahora toca el Sevilla. ¿Al equipo le faltó en la ida su físico?
R. No es eso. Allí hacía mucho calor, el campo no estaba bien, el rival apretó los 90 minutos y no nos dejó jugar. Pero, sobre todo, hacía calor, mucho calor. Y los niños del filial no son una excusa. Compitieron excelentemente. Lo que pasa es que son buenos, pero todavía no son muy buenos. No pueden llevar el peso del equipo.
P. El Barça, en cualquier caso, sacó la lengua en el segundo acto porque no llevaba apenas entrenamientos, ¿no?
R. Es que en el Barça la falta de físico se nota mucho. No en la circulación del balón, porque eso lo tenemos metido en la cabeza y sabemos hacerlo, pero sí en la presión avanzada. Cuando pierdes el balón, necesitas el físico. Pero los mundialistas ya están listos.
P. ¿Se puede remontar el resultado adverso?
R. De lo contrario, no me calzaría las botas. Tenemos ganas y las finales son para ganarlas. Nosotros vivimos de las victorias y estamos acostumbrados a ellas. Para mantener nuestra profesión, incluso el sitio en el Barça, hay que seguir ganando.
P. ¿Cuál es el objetivo de la temporada?
R. Volver a la final de la Champions. Todos sabemos que hay que hacerlo porque el año anterior fallamos en las semifinales ante el Inter.
P. ¿La Liga es una obligación?
R. No. Las cosas se tienen que hacer por placer, con gusto, porque, si lo pierdes y piensas que es una obligación, no vas a ganar.
P. ¿El Madrid es el rival a batir?
R. Del Madrid tengo poco que decir. Yo guardo mi casa. Pero supongo que será una bonita pelea entre dos equipos ganadores. Y espero que el Barça, una vez más, pueda seguir con su racha de triunfos. Entre otras razones, porque seguimos teniendo a Messi. Con Leo, vamos un paso por delante de cualquier rival.
P. Desde el entorno azulgrana parece que se discute a Ibrahimovic. ¿Qué le parece?
R. Fatal. Entiendo que se diga que Villa aporta gol. Es maravilloso. Pero cuantos más goles, mejor. Se dice que Ibra cobra mucho. Yo creo que cada uno gana lo que se merece, lo que se ha currado. Y la gente se equivoca porque Zlatan es un grandísimo jugador.
P. También ha llegado Adriano para darle algún relevo.
R. Adriano va bien porque dobla posiciones, porque aporta calidad y porque es fenomenal. Y si me da relevo, perfecto. Pero, si me piden que juegue todos los partidos, mejor que perfecto.
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