Teloneros excepcionales
Barça y Sevilla resuelven hoy en el Camp Nou el primer título de la temporada
A la espera de la fanfarria que despierta el sorteo de la Champions y del redoble de tambores que sugiere el inicio de la Liga, hay torneos que ayudan a pasar el tiempo y funcionan como teloneros del pulso que amenizará la temporada, el eterno debate Barça-Madrid, como es, por ejemplo, la Supercopa. Aunque no tiene la solemnidad de las competiciones a un único partido, ayuda a chequear al campeón de la Liga con vistas a la nueva temporada y concede al titular de la Copa la posibilidad de desafiar a un bipartidismo tan acentuado que, hoy por hoy, no se advierten diferencias, por ejemplo, con el campeonato escocés.
El honor le está reservado al Sevilla. El problema es que el partido le pilla a trasmano tras su derrota en Braga en la ida de la fase previa de la Copa de Europa. Al equipo andaluz le interesa compatibilizar sus intereses económicos, que pasan por eliminar a los portugueses, con su gloria deportiva, que supondría levantar hoy el trofeo en el Camp Nou (20.30, TVE-1). La ventaja de dos goles adquirida en el Sánchez Pizjuán (3-1) juega tan a su favor como en contra tiene el encuentro europeo del martes (1-0). Hoy le toca administrar una ventaja de dos goles y el martes necesitará remontar uno. La rebelión de Squillaci, que se niega a jugar a la espera de ser traspasado al Arsenal, no ayuda precisamente a Álvarez a cuadrar una alineación de la que también podrían quedarse fuera Kanouté y Renato.
Guardiola recupera efectivos para la remontada y Álvarez administra la ventaja
Tampoco le será fácil a Guardiola dar con un once que responda a las expectativas de la jornada. Hoy se estrena Sandro Rosell como presidente azulgrana en el palco, se espera el debut de Villa y se aguarda el reencuentro con varios de los ocho campeones del mundo.
A pesar de que no formará al completo, se supone que el Barça presentará un equipo más competitivo que en la ida y, por tanto, con expectativas de alcanzar el título. No valdrán las excusas. La hinchada necesita argumentos para confiar nuevamente en el plan de Guardiola incluso después de que el entrenador no haya descartado la posibilidad de fichar un jugador antes del día 31.
Derrotado por el Madrid en la batalla de la propaganda, sobre todo por los fichajes de jugadores y también del entrenador, el Barça necesita la pelota para defender su jerarquía. No se cuestiona al entrenador, sino que la hinchada se pregunta hasta qué punto las jóvenes promesas, como Jonathan, Thiago, Romeu o Fontàs, serán capaces de combatir la sensación de orfandad que ha provocado la ausencia de Cesc o el fichaje de Özil por el Madrid.
Precisa el Barça reivindicarse en la cancha mientras el Sevilla sabe que tendrá pocas oportunidades mejores para levantar un trofeo. La Supercopa, por consiguiente, vale mucho la pena. Los teloneros son excepcionales.
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