Las lluvias reducen el monte quemado al mínimo de la década
Galicia se sale de la tendencia nacional con más de 4.000 hectáreas incendiadas
Este año puede convertirse en el mejor de la lucha contra el fuego de la última década. El motivo: las temperaturas y las abundantes lluvias que, desde la pasada primavera, humedecen los montes. Las llamas arrasaron hasta el 8 de agosto casi 20.600 hectáreas, un 78% menos que en el mismo periodo de 2009 (94.000) y un 74% por debajo de la media del decenio (80.349), según el Ministerio de Medio Ambiente. "Son datos muy positivos, aunque debemos ser prudentes, porque mañana un gran incendio podría dar la vuelta a las estadísticas", advierte Raúl de la Calle, secretario general de la Asociación de Ingenieros Técnicos Forestales.
En lo que va de año se han producido 6.836 fuegos, un 36% menos que en el mismo periodo del año anterior (10.703). Los conatos (menos de una hectárea) disminuyeron un 31%, mientras que los incendios (más de una hectárea) lo hicieron un 44%.
Se han registrado tres grandes fuegos por los 30 del año pasado
Los vecinos de una aldea de A Coruña, desalojados por el humo
"Este año no se está cumpliendo la regla del 30, 30, 30 sobre las condiciones que favorecen la propagación de los incendios forestales: más de 30 grados, menos de un 30% de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora", explica De La Calle.
Las 18 millones de hectáreas de bosques españoles han sufrido en lo que va de año tres grandes incendios (más de 500 hectáreas), frente a los 30 de 2009 o los 33 del annus horribilis de 2006. "Aunque los datos son buenos, no podemos olvidar que detrás del 94% de los incendios está la mano del hombre", precisa Raúl Navarrete, de Ecologistas en Acción.
Las cifras, además, no son buenas en toda España. Galicia está viviendo un agosto muy problemático. En lo que va de mes ya se han quemado más de 3.500 hectáreas, por las 500 que se registraron durante todo julio. Estos últimos días, con fuertes vientos y sin lluvias, están siendo especialmente graves. En menos de una semana han ardido más de 2.100 hectáreas.
Dos incendios se reparten la mayor cantidad de monte quemado, ambos en la provincia de A Coruña, donde hay máxima alerta. Uno en Negreira, provocado por incendiarios que prendieron fuego por cuatro puntos distintos, se llevó por delante más de 500 hectáreas. Aproximadamente esta misma cantidad de terreno ardió en Boiro, en un incendio que anoche estaba a punto de ser controlado, según informó la Consellería de Medio Rural de la Xunta. Para extinguirlo, participaron desde el domingo casi medio centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Durante la lucha contra el fuego, en la madrugada de ayer, apareció un foco de llamas por la espalda de los trabajadores, según aseguró Xosé Deira, alcalde de esta localidad coruñesa, quien aseguró que el fuego era provocado. "Lo hicieron con mala saña. No solo querían prender fuego, sino provocar peligro para la gente que estaba tratando de apagarlo por otro lado".
El regidor también aseguró a Europa Press que de madrugada "alguna casa" estuvo "en peligro" por el fuego, pero en ningún momento fue necesario desalojar vecinos, aunque las llamas "estuvieron a menos de cien metros".
Donde sí que hubo que desalojar ayer fue en Brión (A Coruña). Su alcalde, Xosé Luis García, explicó que en la aldea de Guitiande "se quemaron huertas" y los vecinos pasaron "apuro" y un "tremendo susto" porque llegó al centro de las casas. "Tuvimos que sacar gente de tres viviendas, pero no hubo peligro. El humo fue el problema más grande", aseguró. En ese término municipal hubo que cortar la autovía AG-56 en sentido Santiago de Compostela por la falta de visibilidad.
Otro de los incendios preocupantes por la zona es el de Parque Natural da Peneda-Gerês, en el Norte de Portugal. Aunque la Xunta argumentaba ayer que el viento apartaba el peligro, el alcalde de Lobios (Ourense), José Lamela, aseguraba que las llamas ya habían llegado a su municipio. "Esto ha provocado un estado de alarma debido a que una de las lenguas de fuego está penetrando por la Sierra de Santa Eufemia desde Portugal", relataba.
Entre las decenas de incendios que estos días están asolando Galicia, todavía sigue el duelo por los brigadistas fallecidos el pasado jueves en Fornelos (Pontevedra). Más de un centenar personas participaron ayer en la concentración convocada por los sindicatos CIG, CC OO, UGT y CSIF delante de la delegación de la Xunta en Pontevedra para solidarizarse con las familias. En el acto pidieron dimisiones y que se depuren responsabilidades por el siniestro.
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