Francia comienza a desmantelar los poblados gitanos ilegales
El Gobierno quiere erradicar 300 asentamientos en tres meses
La policía francesa desalojó ayer por la mañana sin que se registraran incidentes un campamento ilegal de gitanos situado en Saint-Etienne, en el este del país. Se trata de la primera operación de este tipo desde que hace apenas 10 días, el pasado 28 de julio, el Gobierno anunciara su intención de desmantelar unos 300 poblados en los próximos tres meses, tras celebrar una reunión destinada a analizar los problemas de delincuencia en el seno de esta comunidad.
El desalojo se inició de madrugada y duró varias horas durante las cuales la policía cerró el acceso a la zona. Un centenar de romaníes de origen rumano y búlgaro, entre ellos una treintena de niños, vivían desde el pasado mes de mayo en este campamento ilegal, situado entre el cementerio del barrio de Montmartre y las instalaciones de la sociedad protectora de animales, en condiciones muy precarias, según denuncian las asociaciones humanitarias. Se habían instalado en este terreno de la municipalidad tras haber sido expulsados de una vivienda que ocupaban ilegalmente, según informó la asociación Red de Solidaridad Romaní, quien dio la voz de alarma sobre los hechos.
Entre los expulsados se encontraban una madre y su bebé de ocho días, quienes fueron dirigidos a un centro de acogida. El resto de los expulsados se encaminaron tras el desalojo hacia el Ayuntamiento y decidieron ocupar la plaza frente al edificio para pedir una solución. Según la asociación, han recibido una orden de abandonar el territorio francés y tienen un mes para recurrir la decisión.
"No molestaban a nadie", explicó al diario Le Monde Marie-Pierre Manevy, de la asociación de solidaridad con los gitanos. De hecho, la municipalidad había ofrecido este terreno a esta comunidad, siguiendo la legislación que desde el año 2000 estipula la obligación de cada localidad con más de 5.000 habitantes de reservar zonas de acogida para que se puedan instalar los romaníes o gente del viaje, como se denominan a los gitanos de origen francés. La asociación lo rechazó entonces al considerarlo poco adecuado. "No veo otro motivo que el de seguir la política de [el presidente Nicolas] Sarkozy", añadió.
Se trata, en efecto, del primer caso conocido de desalojo de un campamento desde el anuncio gubernamental de la semana pasada de desmantelar la mitad de estos poblados. Una medida que, según un sondeo publicado ayer por el diario conservador Le Figaro, cuenta con el apoyo del 79% de los franceses: en el caso del electorado de derechas la tasa de aprobación se dispara hasta el 94% y alcanza el 60% entre los votantes de izquierdas.
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