Imputado un coronel de la Guardia Civil por la trama de los burdeles

El anterior teniente coronel de la comandancia de la Guardia Civil de Lugo, José Herrera García-Lora, declaró el pasado lunes como imputado en la trama de prostitución destapada en la ciudad ante la juez encargada del caso, Pilar de Lara. A Herrera se le imputa un supuesto delito de omisión del deber de perseguir delitos ya que, según las investigaciones, presuntamente tuvo conocimiento de de la implicación de algunos agentes en la red de burdeles descubierta en la operación Carioca y no tomó medidas contra ellos. Tras declarar ante la juez, García Lora quedó en libertad sin medidas cautelares.

Mientras, el secretario en Galicia de la Unión Federal de Policía (UFP), Miguel González, pidió ayer a la juez De Lara que retire la custodia policial al club Eros, uno de los implicados en la trama, y la sustituya por vigilancia privada. Este burdel, incendiado dos veces en diez días por fuegos supuestamente intencionados, cuenta con un retén de dos agentes de la policía nacional para su vigilancia durante la mañana, la tarde y la noche.

"Somos respetuosos con lo que ordena la justicia", afirmó González, "pero esa vigilancia la podían hacer empresas privadas y luego cargarle los gastos a los acusados". En su opinión, los agentes vigilan un club privado para que no lo quemen mientras deberían estar patrullando las calles. La escasez de plantilla, según González, se agrava porque otros ocho agentes están destinados en el juzgado que lleva el caso.