La vergüenza de El Cabanyal

Ahí están los hierbajos, creciendo sin oposición en las aceras del barrio valenciano de El Cabanyal. La asociación de vecinos Cabanyal-Canyamelar criticó ayer la dejadez del Consistorio ante el deterioro de sus calles y exigió al primer teniente de alcalde, Alfonso Grau, que se preocupe más por el "mal funcionamiento de los servicios municipales" en el barrio y se deje de "enredar con los autos del Tribunal Constitucional (TC)".

Los vecinos respondieron así a un comentario que hizo Grau el lunes, respecto a la decisión del alto tribunal de prorrogar la suspensión de un decreto ley de la Generalitat que permitía al Consistorio valenciano ejecutar su plan para El Cabanyal. Este plan prevé prolongar la avenida de Blasco Ibáñez por el barrio marinero hasta la playa, a costa de la destrucción de 450 casas. Grau mostró una "enorme sorpresa" ya que no entendía que no se haya suspendido cautelarmente la Ley del Aborto y "sí el plan de El Cabanyal, en las mismas circunstancias". "Parece más fácil recuperar una vida humana que una casa", aclaró el concejal popular.

Comparar la Ley del Aborto con el barrio es "lamentable", según EUPV

Además de los vecinos, el coordinador general de EUPV en Valencia, Amadeu Sanchis, calificó de "lamentables" las declaraciones del primer teniente de alcalde y le exigió que "deje de hacer comparaciones absurdas con otras leyes". Sanchis instó al gobierno local a que negocie con "los vecinos y vecinas del barrio para planificar con el Ministerio de Cultura y la Generalitat la financiación para la reconstrucción y rehabilitación de El Cabanyal".

Si se leen las declaraciones de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá o de cualquier miembro del Consell sobre el futuro del barrio estos últimos meses, lo que Sanchis plantea parece complicado. Barberá se apunta victorias simbólicas cada vez que puede, la última cuando un juzgado valenciano desestimó un recurso de la Delegación del Gobierno en Valencia presentado el pasado mes de abril, para intentar detener la demolición de unas casas en el barrio. El juzgado rechazó el recurso por un defecto de forma, no por otro motivo. Aún así, la regidora cantó victoria y dijo: "Nos han vuelto a dar la razón".

Lo que es cierto es que el plan municipal está suspendido. El Ministerio de Cultura, a instancias del Tribunal Supremo, redactó un informe que concluía en que esa actuación supondría el "expolio" del patrimonio del barrio. El Consell, al conocer la orden ministerial, elaboró un decreto ley que luego tramitó en ley para así tratar de sortearla. Pero el TC los suspendió mientras decide definitivamente su validez.