Barcelona, capital del ocio gay
El festival Circuit prevé la asistencia de 55.000 visitantes, el 70% extranjeros
"Esta es la fiesta más divertida de toda Europa. Ámsterdam, Londres y Madrid son aburridas, pero ¡mira esto!", exclama Ivo, holandés de 41 años, que hace gala de unos abdominales de infarto y lleva un slip blanco con todo el trasero al descubierto. Señala la piscina gigante del parque acuático Illa Fantasia, donde miles de cuerpos bailan al ritmo de Sweet dreams, de Eurythmics -himno para el colectivo gay-, pasado por el colador de la electrónica. Ayer por la tarde, el parque acuático de Vilassar de Dalt congregó a 8.000 personas dentro de la tercera edición del festival barcelonés Circuit, la única cita europea de ocio para gays y lesbianas. El perfil del asistente es el de un hombre homosexual de entre 30 y 40 años. El 70% son extranjeros. El programa, organizado por el grupo Matinée, incluye una treintena de fiestas nocturnas hasta el domingo. La actuación más esperada es la de la diva Rebeka Brown, que tendrá lugar el sábado en el pabellón Olímpic de Badalona.
Los organizadores prevén que el festival dejará 50 millones en la ciudad
El Circuit no hace ondear banderas multicolor. Las reivindicaciones propias de las fiestas del orgullo gay se sustituyen por la pura diversión. Huele a crema solar y a cloro. Entre los cuerpos masculinos y bronceados, se divisa alguna silueta de mujer. Kim, australiana de 23 años, ojos azules y media melena, responde que le gustan los chicos y las chicas cuando le preguntan sobre su tendencia sexual.
"No es una fiesta política, aquí venimos a divertirnos", dice Renato, de Brasil. En uno de los chiringuitos del parque, Kevin, de 32 años, dentista y residente en Londres, apura una hamburguesa. "Esta es una fiesta a la que podría traer a mis hermanos", asegura.
El festival espera reunir a 55.000 personas, 5.000 más que el año pasado, explican los organizadores. Apuntan a una buena tajada monetaria para Barcelona, 50 millones de euros. Prevén que el gasto medio por persona y día será de 200 euros. Los abonos, que cuestan 220 euros, están agotados desde hace un mes, aunque se pueden comprar entradas de día.
El alojamiento oficial, el hotel Calderón, está completo. El hotel gay por excelencia de Barcelona, el Axel, también está al cien por cien, aunque el director, Albert Oliver, recuerda que en verano la ocupación es del 98%. El Barceló Raval ha sido otro de los grandes reclamos. "Llevamos completos desde junio, pero esta semana hemos notado que la mayoría de nuestros clientes son gays ", explica la jefa de ventas, Cristina Duran.
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